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Desertificación: qué es, definición y ejemplos, soluciones, y la desertificación en España

06/08/2025
desertificación portada

La desertificación es uno de los mayores problemas medioambientales que compromete la capacidad de la tierra para mantener la salud del planeta. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil desaparecen y dos tercios de la Tierra están sometidos a un duro proceso de desertificación. Por ello, en 1977 se celebró en Nairobi, Kenia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación, y en 1994, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, para recordar la importancia de actuar ante un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo y cuyas consecuencias podrían ser irreversibles.

En este artículo, os explicamos qué es la desertificación, definición y ejemplos de desertificación en distintos lugares del mundo; causas y consecuencias de la desertificación, soluciones posibles, y cómo está teniendo lugar la desertificación en España, nuestro país, y cómo está siendo abordada.

¿Qué es la desertificación?

La desertificación es un proceso de degradación del suelo fértil y productivo que le hace perder la capacidad de cumplir con su función reguladora para suministrar bienes y servicios (pérdida de productividad).

Es importante señalar que este concepto no se refiere a la expansión física de los desiertos, sino a los diversos procesos que transforman en desiertos ecosistemas que actualmente no lo son. Aunque los términos de “desertización” y “desertificación” a menudo se utilizan indistintamente, la diferencia está en la influencia humana en el proceso. En la desertización, las causas del deterioro son estrictamente naturales —como es el caso del Sáhara—; pero en la desertificación, aunque también influyen las causas naturales, las actividades humanas son un componente determinante.

La definición de desertificación de La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), es: la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas. Dichas zonas susceptibles se corresponden con aquellas en las que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65. Asimismo, con el cambio climático, los factores desencadenantes no han hecho sino que multiplicarse y, a día de hoy, la sequía y la desertificación está considerada uno de los principales problemas ambientales del planeta.

La desertificación puede ser causa o efecto del proceso de aridización. Originalmente, esto pasa en las zonas que son fértiles, donde se practica la agricultura secuencial. El aumento de la población obliga a una explotación intensiva del terreno hasta que se produce su agotamiento. Después, el suelo deja de ser fértil y se encuentra despojado de su cubierta vegetal, de modo que el agua y el viento lo erosionan más rápido hasta llegar a la roca.

En la mayor parte de las zonas de cultivo, el suelo se erosiona mucho más deprisa de lo que demora en formarse. Podrían necesitarse décadas o siglos para que el paisaje volviera a cubrirse de verde, por lo que el ecosistema puede acabar convirtiéndose en un desierto.

Como os decíamos al principio, en 1977 se celebró en Nairobi, Kenia, la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación. En 1994, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Y en 1996, entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, constituyendo el primer y único marco legalmente vinculante a escala internacional que ha sido creado para hacer frente al problema de la desertificación, el cual se fundamenta en los principios de participación, colaboración y descentralización, y ha sido suscrito por 195 países.

Según la ONU, cada año desaparecen más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil. De hecho, hoy en día dos tercios de la Tierra están inmersos en un proceso de desertificación y, de no tomar medidas, en 2050 se perderán 1,5 millones de km2 de tierras agrícolas, una superficie equivalente a toda la tierra cultivable de la India, que son esenciales para mantener la biodiversidad y alimentar a la población.

desertificación en lago con embarcaciones

En cuanto a dónde hay desertificación, según el Atlas Mundial de la Desertificación de la Comisión Europea, más del 75 % de la superficie terrestre ya está degradada, y más del 90 % podría llegar a estarlo en 2050. El Centro Común de Investigación de la Comisión descubrió que un área total de la mitad del tamaño de la Unión Europea (4,18 millones de kilómetros cuadrados) se degrada anualmente, siendo África y Asia las más perjudicadas.

Y aunque África es el continente que está sufriendo más desertificación en el mundo, este problema está muy extendido y comprende más de 100 países, afectando con mayor incidencia a algunas de las poblaciones más pobres y vulnerables. A continuación, os indicamos los países con mayor desertificación:

  • Madagascar: es el país más erosionado del mundo. El 93% del bosque tropical y el 66% de su selva lluviosa han sido talados.
  • África: en países muy poblados y con pocos recursos, como los de la franja subsahariana, se observa un incremento de las zonas desérticas. Naciones que durante siglos habían sostenido sociedades prósperas, se encuentran ahora en el límite de la subsistencia. En la región africana del Sahel el crecimiento de la población ha provocado un aumento de la tala de madera, la agricultura ilegal y el desmonte de tierras para construir viviendas.
  • España: es el país de la Unión Europea con un máximo índice de desertificación.
  • Italia: la quinta parte de la superficie del país está en riesgo de desertificación.
  • Argentina: la Patagonia argentina, región sur de su vasto territorio, se halla muy afectada por este fenómeno en su parte central y, en menor medida, en su parte costera, debido al sobrepastoreo, el aprovechamiento incorrecto de los recursos hídricos y lacustres, y del espacio empleado para la agricultura, así como también por la influencia de la explotación petrolera.​
  • En las regiones de Uzbekistán y Kazajistán, que rodean el mar de Aral, el uso excesivo de agua para el riego ha sido uno de los responsables de que el mar se reduzca, transformándose en un desierto salino. El mar de Aral fue en su día el cuarto lago más grande del mundo, pero hace 60 años la industria local desvió los ríos que lo alimentaban para regar campos de algodón. Hoy, el lago es una cuarta parte de su tamaño anterior, y los científicos están utilizando la región para probar lo que puede crecer con éxito en condiciones ambientales extremas.
  • Brasil: los incendios y la deforestación que asolan la selva amazónica, relacionados directa o indirectamente con la ganadería, están generando una zona incapaz de sostener la vegetación.
  • EE.UU.: los efectos del cambio climático, traducidos en un mayor número de sequías e incendios forestales, y la sobreexplotación agrícola están desertificando amplias zonas del oeste y suroeste de Estados Unidos.
  • Australia: en zonas del norte y el oeste, los efectos del sobrepastoreo, el sobrecultivo, la deforestación, la falta de riego y el aumento de las sequías, están degradando la tierra.

mapa donde hay desertificación en el mundo

¿Cuáles son los tipos de desertificación?

La desertificación se evalúa en base a tres criterios: estado actual, velocidad y riesgo, considerándose cuatro clases de desertificación: ligera, moderada, severa y muy severa.

  • Desertificación moderada: en ella, la producción agrícola disminuye del 10% al 25%
  • Desertificación severa: aquí, la producción agrícola disminuye del 25% al 50%
  • Desertificación muy severa: en este tipo, la producción agrícola disminuye más del 50% y se forman grandes dunas o montículos de terreno seco y árido.

Causas de la desertificación

Las actividades humanas, junto los efectos del cambio climático y otros fenómenos naturales, son las causas de la desertificación en el mundo. Entre las principales actividades humanas causantes de este problema tenemos:

  • Deforestación: la tala indiscriminada de árboles y arbustos para obtener combustible, tierra cultivable o recursos madereros, provoca la desaparición de la cubierta vegetal que mantiene la capa fértil del suelo, lo cual conlleva a la erosión y pérdida del suelo.
  • Sobrepastoreo: el pastoreo intensivo impide que las plantas tengan tiempo suficiente para regenerarse, destruyendo, por lo tanto, la capa superior del suelo.
  • Agricultura intensiva: la agricultura centrada en forzar la tierra para producir el máximo beneficio agota rápidamente los nutrientes del suelo.
  • Sobreexplotación de acuíferos: el descenso del nivel freático puede favorecer la erosión del suelo.
  • Sobreirrigación: en regiones de gran aridez, el regadío con aguas de elevado contenido salino causa salinización de las tierras y falta de agua.
  • Crecimiento urbano desordenado, sobre todo en zonas costeras.

Asimismo, el cambio climático aumenta la desertificación mediante la reducción o las alteraciones en los patrones de las precipitaciones, lo cual provoca un mayor estrés hídrico y largos periodos de sequía en distintas zonas de África, Europa y Asia. Los aumentos de temperatura y la reducción de las cantidades de lluvia provocarán la desaparición de gran parte de los bosques de América Latina.

Las 10 consecuencias de la desertificación en la biodiversidad y la agricultura

Cuando la tierra se convierte en un desierto, su capacidad para mantener a las poblaciones de personas y animales disminuye drásticamente. Estas son las 10 consecuencias de la desertificación en la biodiversidad y en las personas:

  • Migraciones climáticas: Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, la vida de 250 millones de personas ya se ve afectada por la desertificación y hasta 135 millones podrían verse obligadas a desplazarse por esta razón en 2045.
  • Pérdida de biodiversidad, al empeorar las condiciones de vida de muchas especies.
  • Rotura de las cadenas tróficas y de los ecosistemas.
  • Pérdida de la cubierta vegetal y, por tanto, de alimento para el ganado y el ser humano.
  • Pérdida de masa forestal, con la correspondiente escasez de recursos madereros.
  • Inseguridad alimentaria por la pérdida de cosechas o la disminución de sus rendimientos.
  • Aumento de problemas de salud humana que van desde la desnutrición, las enfermedades respiratorias causadas por el aire polvoriento y otras enfermedades derivadas de la falta de agua limpia.
  • Aumento del riesgo de aparición de enfermedades zoonóticas, como la COVID-19.
  • Disminución de las reservas de agua potable por la pérdida de acuíferos.
  • Disminución de la producción agrícola.
  • Intensificación de las consecuencias del cambio climático.
  • Impacto sobre el desarrollo sostenible y la calidad de vida.

consecuencias desertificación

La desertificación en España

A nivel europeo, España es el país con más riesgo de sufrir desertificación, Alrededor del 75% del territorio se encuentra en grave peligro y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible, particularmente en la vertiente mediterránea, la andaluza y las Islas Canarias. Además, las previsiones del cambio climático para España no son positivas y apuntan a que los periodos de sequía serán cada vez más frecuentes e intensos, lo cual agravará las consecuencias de la desertificación en España.

En cuanto a dónde hay más desertificación en España, Canarias y Murcia son las Comunidades Autónomas con mayor proporción de superficie con riesgo significativo de desertificación, con cerca del 80% de su territorio incluido en las categorías de riesgo Muy Alto, Alto o Medio. Les siguen Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana y Andalucía, con más del 50%.

En términos absolutos, Andalucía y Castilla-La Mancha son, de lejos, las CC.AA. con más superficie afectada por riesgo significativo de desertificación, con más de cuatro millones de hectáreas cada una. Muy por debajo, con casi dos millones de hectáreas se sitúa Aragón, seguida de Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla y León con algo más de un millón.

Según un estudio publicado por la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), que depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se contabilizan actualmente 7100 kilómetros cuadrados de suelo árido por todo el país, cuando antes apenas había 307 km2 localizados el Almería. Ahora se han extendido también a Alicante, Murcia y Granada.

grafico proporcion riesgo de desertificacion en España

grafico riesgo desertificacion por comunidad autonoma en España

Pero, ¿por qué se desertifica España? Esto se debe a varias razones, entre las que se encuentran una morfología montañosa con laderas muy abruptas, las fuertes lluvias con gran capacidad erosiva, condiciones climáticas que van desde subhúmedas hasta semiáridas, temperaturas y precipitaciones muy variables de un año a otro, y la existencia de sistemas sobreexplotados debido al delicado balance entre la disponibilidad y el consumo del agua. La falta de agua en el suelo y de humedad en el aire han incrementado la aridez del territorio de nuestro país desde 1990. Por otro lado, el abandono de tierra y la degradación del suelo están afectando a su fertilidad y capacidad para retener la humedad. Y en determinadas zonas, como en el litoral mediterráneo, a los factores anteriores se le suman la creciente presión demográfica y turística.

También los incendios forestales son otro de los factores que incrementan la desertificación. En los últimos diez años, estos desastres han calcinado un 12,27% de la superficie de Cantabria, el 9,32% de Asturias y un 6,40% de Galicia, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Además, los efectos del cambio climático están provocando que los incendios sean cada vez más devastadores e intensos. Tanto es así que el valor medio anual de la superficie que abrasan supera ya las 500 hectáreas de terreno.

La combinación de factores y procesos como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, etc., da origen a los distintos paisajes o escenarios típicos de la desertificación en España:

  • Cultivos leñosos afectados por la erosión: Entre las tierras actualmente cultivadas, son los cultivos leñosos (olivo, frutales y vid) los que presentan una mayor problemática de erosión hídrica laminar y en regueros.
  • Cultivos extensivos de secano con riesgo de erosión: En los cultivos herbáceos de secano situados en pendientes de moderadas a altas y que no son objeto de prácticas de conservación, se pueden producir importantes pérdidas del suelo por erosión.
  • Sistemas agro-silvo-pastorales afectados de sobrepastoreo: Otro de los agentes clásicos de degradación de tierras es el sobrepastoreo. Aunque ha constituido en España una de las causas históricas de degradación de las cubiertas vegetales, en las últimas décadas disminuyó considerablemente debido a la reducción de la cabaña ganadera y al desarrollo de la ganadería intensiva.
  • Sistemas agronómicos de regadío sometidos a procesos de desertificación: Como procesos asociados al riesgo de desertificación en los regadíos se pueden citar la sobreexplotación de acuíferos, el deterioro de la calidad del agua por intrusión salina de origen marino y por contaminación con agroquímicos, y la salinización de los suelos.
  • Matorrales degradados y eriales: En el ámbito forestal, los escenarios de la desertificación comprenden la gran cantidad de terrenos que sustentan formaciones de eriales o de matorrales que proceden de la degradación de formaciones vegetales más evolucionadas, dotadas de mayor complejidad ecológica. Más de dos millones de hectáreas de matorrales se encuentran afectados por la erosión hídrica del suelo.

Para poner freno y evitar las consecuencias de la desertificación, En España se empezó a plantear la restauración de terrenos degradados ya en la segunda mitad del siglo XIX, coincidiendo con la creación de la Administración Forestal. Desde entonces, España ha realizado una ingente tarea de repoblación forestal de tierras degradadas. Se estima en 5 millones de hectáreas (un 10% del territorio nacional) la superficie repoblada en los 150 años transcurridos desde el inicio de las actuaciones, el 75% de las cuales han tenido un objetivo eminentemente protector.

La ratificación por parte de España de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), como país parte afectado, conllevó la preparación de un Programa de Acción Nacional como elemento central para luchar contra la desertificación, el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND), que prioriza la vigilancia a largo plazo, la integración de políticas sectoriales y el uso de indicadores clave como aridez, erosión, incendios y sobreexplotación de acuíferos. Además, busca promover investigaciones sobre la relación entre desertificación y cambio climático.

Asimismo, las inquietudes surgidas tras la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Desertificación de Nairobi (1977), se concretaron en España en el Proyecto de Lucha contra la Desertificación en el Mediterráneo, Proyecto LUCDEME, actualmente vigente y desarrollado por la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, siendo así España el primer país desarrollado en recoger las recomendaciones de las Naciones Unidas en esta materia.

No obstante, la solución a la desertificación en nuestro país resulta compleja, pero pasa irremediablemente por transitar a una economía y un sistema de consumo que tenga en cuenta no solo la rentabilidad económica, sino también el menor impacto ambiental posible.

“Frente a las sequías, cada vez más intensas, y el avance de la desertificación tenemos que adaptar nuestras demandas a los recursos hídricos realmente disponibles para reducir la exposición al riesgo de la población y los sectores productivos ante un periodo de escasez de recursos, y apoyar la cultura del ahorro del agua en España”, avisan desde WWF.

Por otro lado, la participación activa de comunidades locales en la implementación de medidas de conservación y desarrollo sostenible es crucial para lograr resultados exitosos. Adoptar prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, como la rotación de cultivos y el pastoreo rotativo es fundamental, pero hay otras fórmulas como participar en proyectos de reforestación y restauración de tierras degradadas, desarrollar y gestionar de manera responsable los recursos hídricos y forestales, diversificar las actividades económicas hacia sectores más sostenibles, como el ecoturismo, e involucrarse en la toma de decisiones y la implementación de políticas relacionadas contra la desertificación.

mapa donde hay desertificacion en España

Desertificación soluciones

Aunque acabamos de ver algunas ideas en el caso de España, a continuación, vamos a indagar cómo se puede solucionar la desertificación de manera general en el mundo.

Antes de nada, cabe decir que, en 1994, las Naciones Unidas establecieron la Convención de Lucha contra la Desertificación (CNULD), a través de la cual 122 países se han comprometido a alcanzar objetivos de neutralidad en la degradación de la tierra. Estos esfuerzos implican trabajar con los agricultores para salvaguardar las tierras de cultivo, reparar las tierras degradadas y gestionar el suministro de agua de forma más eficaz.

La CNULD también ha promovido la Iniciativa de la Gran Muralla Verde, un esfuerzo para restaurar 100 millones de hectáreas en 20 países de África para 2030. En el norte de China se está llevando a cabo un esfuerzo similar: el Gobierno está plantando árboles a lo largo de la frontera del desierto de Gobi para evitar que se expanda, aunque la agricultura, el pastoreo y la urbanización, junto con el cambio climático, están eliminando la vegetación de amortiguación.

Y, como dijimos, en 1996 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, constituyendo el primer y único marco legalmente vinculante a escala internacional que ha sido creado para hacer frente al problema de la desertificación. La Convención se fundamenta en los principios de participación, colaboración y descentralización, y ha sido suscrito por 195 países.

Por otro lado, a lo largo de los años, se han estudiado diversos métodos para recuperar terrenos desertizados, muchas veces con éxito. Un método que ha tenido mucha aceptación es la reforestación progresiva de las zonas afectadas. Realizando un estudio dentro de cada caso, se van introduciendo especies de plantas que soporten los niveles de sequía en la zona, aumentando los niveles de humedad y progresivamente introduciendo nuevas especies ganando terreno sobre las zonas afectadas.

degradación del suelo y desertificacion

La solución a escala local para frenar la desertificación, pasa por una gestión sostenible de los recursos naturales, en especial la conservación de los suelos fértiles y de los recursos hídricos. En ese sentido, algunas de las claves que pueden ayudar a evitar la desertificación son:

  • La creación de una cultura de prevención que fomente estrategias de conservación y medios de vida alternativos puede contribuir en gran medida a la protección de las tierras secas, tanto si la desertificación es incipiente como si se encuentra ya en curso. Si las poblaciones de las tierras secas combinan su experiencia a largo plazo con la capacidad de innovar, pueden adelantarse a la desertificación al mejorar sus métodos agrícolas y su régimen de pastoreo de forma sostenible.
  • Las medidas de recuperación y restauración pueden ayudar a restablecer servicios de los ecosistemas que se habían perdido, incluso en tierras ya degradadas. El éxito de las tareas de recuperación depende de la disponibilidad de recursos humanos, fondos e infraestructuras. Además, exige una combinación de políticas y tecnologías y la colaboración estrecha de las comunidades locales.
  • Impulsar una planificación coordinada de los usos del suelo que incluya la gestión de los recursos hídricos y de las actividades ganaderas y agrícolas.
  • Preservar la cubierta vegetal, que tiene un papel clave en la protección del suelo ante la erosión del viento y el agua, construyendo barreras y estabilizando dunas.
  • Apostar por la agricultura ecológica y por ciertas prácticas sostenibles, como los cultivos de cobertura o de rotación, que evitan la erosión del suelo y previenen la sequía.
  • Apostar por la reforestación para regenerar la cubierta vegetal, reactivar la circulación de humedad y generar biodiversidad.
  • Fomentar un pastoreo rotativo, que limita la presión a una zona concreta mientras otras se regeneran, a través de su coexistencia con cultivos que permiten un ciclo de nutrientes más eficaz.
  • Crear bancos de semillas.
  • Reintroducir determinadas especies.
  • La replantación forestal es una herramienta contra la desertificación, ya los árboles cumplen una doble función: absorben CO2 y generan oxígeno. Así, plantar árboles ayuda a reforestar zonas afectadas y también a reducir la contaminación atmosférica.
  • Mejorar la gestión del agua, a través del ahorro, la reutilización de las aguas depuradas, el almacenamiento del agua de lluvia o la desalinización.
  • Mantener el suelo mediante el uso de vallas para frenar el avance de las dunas, y crear barreras arbóreas para proteger frente a la erosión eólica.
  • Permitir el desarrollo de los brotes de especies arbóreas nativas con la poda selectiva.
  • Impulsar la educación sobre el cambio climático para aumentar la concienciación, mostrando en concreto las consecuencias de la desertificación y las formas de prevenirla.

Como hemos visto, la desertificación es un problema medioambiental que afecta a muchas zonas del planeta, como países de África pero también a España, cuyas consecuencias se ven agravadas con el cambio climático, al cual debemos hacer frente de la mejor manera posible con medidas sostenibles y respetuosas.

Fuentes: Wikipedia, Iberdrola, Ayuda en Acción, MITECO y Aquae Fundación

Desertificación: qué es, definición y ejemplos, soluciones, y la desertificación en España
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Desertificación: qué es, definición y ejemplos, soluciones, y la desertificación en España
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La Organización de las Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. En este artículo, os explicamos qué es la desertificación, definición y ejemplos de desertificación en distintos lugares del mundo; causas y consecuencias de la desertificación, soluciones posibles, y cómo está teniendo lugar la desertificación en España, nuestro país, y cómo está siendo abordada.
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