El aumento del nivel del mar se encuentra entre los principales peligros relacionados con la emergencia climática que amenaza a ciudades de la costa. El último informe sobre el cambio climático del IPCC avisa de que estamos ante un fenómeno «irreversible» e imparable. Un aumento de sólo 20 centímetros, en el escenario más amable, podría suponer que las olas penetrasen hasta 30 metros hacia el interior de la costa. Por ello, los modelos meteorológicos predictivos, como las predicciones de la subida del nivel del mar en España que os contamos aquí, pueden ayudar a evitar graves consecuencias de este aumento y que éste se produzca más rápido, si se toman medidas.
Según explica Francisco J. Doblas-Reyes, uno de los científicos que ha participado en la elaboración del informe del IPCC, “el aumento del nivel del mar se debe a dos procesos. Por un lado, el calor de la atmósfera penetra en el océano, y eso hace que se expanda; y por otro, tenemos a la fusión del hielo continental que está en las zonas polares, en particular, en Groenlandia y en la Antártida, pero también en los glaciares que hay en Norteamérica o Sudamérica. Ese hielo, que antes estaba sobre los continentes, se va fundiendo y termina llegando al mar», apunta el experto, por lo que el volumen de agua aumenta.
Según Doblas-Reyes, “lo que hace especialmente preocupante la fusión del hielo continental es, sobre todo, los procesos que se puedan desencadenar en la Antártida. Son kilómetros de hielo acumulados que forman acantilados cerca del mar y que, si se desestabilizan, pueden comenzar un proceso de fusión, lo que aceleraría también la subida del nivel del mar”.
Para obtener las predicciones de la subida del nivel del mar en España, las proyecciones se basaron, principalmente, en datos recopilados por satélites e instrumentos en tierra, así como análisis y simulaciones efectuadas mediante ordenador. Y también se utilizó la predicción meteorológica y climática para establecer modelos de simulación de inundaciones.
Con esto, los cinco escenarios de la subida del nivel del mar en España que plantea el IPCC para el año 2050 y 2080, van desde un aumento de la temperatura de 1,5 grados a mitad de siglo a un ritmo de emisiones bajas (SSP1-1.9), pasando por un escenario intermedio (SSP2-4.5), hasta llegar a otras más altas y menos probables, con 2,6 grados (SSP3-7.0).
Escenario de bajas emisiones (SSP1-1.9)
En España, según datos del informe de Naciones Unidas, el aumento del nivel del mar será especialmente notorio en Santa Cruz de Tenerife, Cádiz y Barcelona. En cualquier escenario de emisiones, estos puntos -extensibles a zonas geográficas aledañas- serán los más sensibles de las costas españolas durante los próximos 60 años.
La isla canaria de Tenerife, solo en 30 años, puede experimentar una subida del nivel del mar en el mejor escenario (SSP1-1.9) de hasta 26 cm, y ya para el año 2080, la crecida será de casi medio metro (40 cm). Puntos de las costas de Cádiz y Barcelona presentan cifras algo menores, pero nada halagüeñas. Los modelos que prevén los científicos sitúan la subida del nivel del mar en estas zonas en el mejor escenario posible, en 24 cm en el 2050 y en 39 cm en 2080.
Escenario intermedio de emisiones (SSP2-4.5)
Cifras muy parecidas se pueden observar en un escenario intermedio de emisiones (SSP2-4.5), donde para el año 2050, el nivel del mar en las distintas ciudades de España apenas crecería unos centímetros más.
Sin embargo, no sería así en 2080, cuando se espera una crecida más notable, pues el 80% de las ciudades analizadas verían aumentado el nivel del mar por encima de los 40 cm; donde la peor parte se la llevarían las costas de Santa Cruz de Tenerife, Barcelona, Cádiz, La Coruña y Santander, con crecidas superiores a 45 cm.
Escenario de altas emisiones (SSP3-7.0)
Los modelos prevén que, con unas emisiones muy altas de gases (SSP3-7.0), en solo 30 años, las costas españolas pueden sufrir un aumento del nivel del mar cercano a los 30 cm. En 2080, ninguno de los puntos de la costa española incluidos en el análisis del IPCC bajarían de los 40 cm.
Como hemos visto, en base a los datos del informe del IPCC, las estimaciones a finales de siglo son de entre 40 cm y un metro a nivel global, lo que a escala local se puede traducir en aumentos superiores. Ahora bien, «si alguno de los procesos de fusión del hielo continental se desencadenara, esta subida del nivel del mar prevista, se puede acelerar y alcanzar más de un metro en este siglo y hasta 16 metros en el año 2300«, subraya el científico.
Por otro lado, como vemos en la imagen superior, la NASA ha rescatado estas previsiones de la subida del nivel del mar en España y en todo el mundo, para plasmarlas sobre un mapa. En él, en base a la información del IPCC, solo en España hay 15 puntos que están especialmente en riesgo, donde Tenerife, Cádiz y Barcelona se llevan la peor parte. También preocupan La Coruña, Santander, Valencia o Vigo, en las que en apenas 60 años el agua subirá más de 35 centímetros. Junto con eso, cierran la lista de puntos afectados, Santa Cruz de la Palma, Huelva, Arrecife, Palma de Mallorca, Gijón, Málaga, Almería y Alicante.
Consecuencias de la subida del nivel del mar en España
El número de desastres naturales relacionados con la meteorología se ha «más que triplicado» desde los años sesenta, los cuales, cada vez más intensos, «obligarán» a desplazarse a más de la mitad de la población mundial que vive a menos de sesenta kilómetros del mar. Gracias a los avances de la ciencia, se puede prever los desastres que estos pueden causar en las ciudades.
Así, además de un aumento del nivel del mar, el IPCC contempla en todos los escenarios un incremento anual de temporales más intensos. Si el nivel del mar cada vez llega más alto, pero encima le sumas más temporales en fechas más anómalas y más fuertes, esto te va a poner los niveles de actuación de las olas en cotas donde nunca antes habían actuado. Con 20 o 30 centímetros más, las olas pueden penetrar entre 20 y 30 metros más hacia el interior. Efectos que, según los datos analizados, podrían darse en solo 30 años en varios puntos de las costas españolas.
Por otro lado, el impacto de fenómenos climáticos puede generar fallos en la red eléctrica urbana que, a su vez, y mediante un“efecto cascada”, podría dañar otros servicios municipales, lo que supondría un aumento del 20% del gasto en infraestructuras. Así, en Barcelona, se prevé un aumento del «calado de agua de casi un metro» dentro de cincuenta años, lo que sitúa la ciudad en una zona crítica que hay que proteger por su gran estructura eléctrica. Las fuertes precipitaciones, el aumento del nivel de los ríos y la subida del nivel del mar, se han convertido en tres riesgos para la ciudad de Barcelona, siendo «aconsejable» que se desplacen los equipos eléctricos a zonas más altas, objetivo incluido entre los planes del Ayuntamiento de Barcelona para el año 2030.
Asimismo, esta subida del nivel del mar en España, puede llegar a afectar a los acuíferos y, como resultado, al agua dulce disponible para consumo. Y además, se da otro «problema muy grave»: el de la erosión. Con el nivel del mar más alto, el margen costero que tenemos ahora está mucho más en riesgo por fenómenos de erosión y de desaparición. En los próximos 60 años, los más de 8.000 kilómetros de litoral con los que cuenta España estarán en riesgo. Las playas de la Barceloneta, Matalascañas o La Manga podrían tener los días contados.
Y también hay que tener en cuenta que lamentablemente, en todas las zonas del Levante español prácticamente las dunas (que hacen de barrera natural frente temporales) están destruidas, y todo se ha convertido en paseos marítimos que van a sufrir mucho, y se trata, sobre todo, de zonas urbanas amenazadas en las que cada vez va a haber que gastar más dinero para protegerlas.
El aumento del nivel del mar ya se ha desencadenado, no lo podemos detener y continuará durante siglos o milenios; pero lo que sí podemos hacer, es amortiguar el golpe, decidir hasta qué punto estamos decididos a aceptar que se caliente el planeta y, como consecuencia, que aumente el nivel del mar de manera más o menos rápida.
El objetivo, es poder ser resilientes con respecto a los cambios que puedan ocurrir en las próximas décadas. Cambios que, como ya ha alertado la comunidad científica, serán irreversibles y dependerá sólo del ser humano que sean más o menos graves.
No obstante, las previsiones de la subida del nivel del mar, no han alertado lo suficiente a los países europeos para establecer «un plan de resiliencia y actuación para estas amenazas».
Fuente principal El Español