Cumbre sobre la Ambición Climática 2023: firma del Tratado de Alta Mar y otros objetivos climáticos
Tras la Cumbre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023 y aprovechando la presencia en Nueva York de la mayor parte de líderes internacionales participando en las sesiones anuales de la Asamblea General de Naciones Unidas, el 20 de Septiembre de 2023 tuvo lugar en el mismo sitio, la Cumbre sobre la Ambición Climática 2023, con el objetivo de que los gobiernos, las autoridades comerciales, financieras y locales y la sociedad civil, aceleren la toma de medidas, y puedan escuchar de los “primeros líderes y emprendedores” su compromiso con el objetivo mundial de acelerar el ritmo y la escala de una transición justa hacia una economía mundial resiliente al clima basada en energía renovable más equitativa.
En dicho evento, los líderes mundiales han tenido que planear cómo pasar de las palabras a los hechos. Para ello, tuvieron que presentar nuevos compromisos que respondan a la urgencia que requiere la crisis climática, acciones climáticas creíbles, serias, ambiciosas y nuevas, y soluciones basadas en la naturaleza y en la cooperación que marquen la diferencia.
Además, en la Cumbre sobre la Ambición Climática 2023 se presentó el informe científico del IPCC, que resaltó, una vez más, la urgencia de acciones climáticas. Ante esto, se propuso que, durante las próximas tres décadas, sea categóricamente necesario que se reduzcan las emisiones de inmediato a nivel mundial, con el objetivo urgente de limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales y así evitar las peores consecuencias.
Tras la publicación del ‘Global Stocktake’, el primer ‘boletín de calificaciones’ del mundo sobre el cambio climático, es evidente que varios países no están cumpliendo con su compromiso. Casi todos los indicadores para lograr mantener la temperatura media de la Tierra por debajo de los 1,5 grados, tal y como se aprobó en el Acuerdo de París, están desviados del camino o van en la dirección contraria.
Asimismo, las poblaciones que menos responsabilidad tienen respecto al cambio climático ya están sufriendo las consecuencias y necesitan ayuda inmediata para adaptarse y recuperarse de las pérdidas y los daños sufridos. Es una cuestión de equidad y justicia climática que requiere atención inmediata de los gobiernos y organismos financieros internacionales.
“La humanidad ha abierto las puertas al infierno”, ha dicho en su primera intervención Antonio Guterres para enfatizar los efectos que está teniendo el cambio climático tras el verano boreal más cálido jamás registrado y la sucesión de los tremendos incendios en Norteamérica y las potentes tormentas en el Mediterráneo. “El calor horrendo está teniendo horrendos efectos”, ha recordado, en referencia a los “agricultores angustiados” que ven cómo sus cultivos se los llevan las inundaciones, las enfermedades vinculadas a las altas temperaturas y los “incendios históricos”. “La acción climática se ve empequeñecida por la magnitud del desafío”, ha alertado el máximo responsable de la ONU.
Además, Guterres no solo ha lamentado la falta de ambición de los gobiernos, sino que también ha apuntado hacia las grandes empresas, criticando las “turbias promesas” que realizan algunas compañías que se presentan como “comprometidas contra el cambio climático”. Ha recordado que, “de forma vergonzosa”, algunas empresas “incluso han tratado de bloquear la transición hacia un mundo libre de emisiones. Esas sociedades han empleado su dinero e influencia para retrasar, distraer y engañar”.
“Ahora debe ser el momento de la ambición y la acción”, ha dicho Guterres. “Espero con ansias dar la bienvenida a los primeros en movilizarse y actuar en mi Cumbre sobre la Ambición Climática. El mundo está observando, y el planeta no puede esperar”. “El aire es irrespirable, el calor es insoportable, y el nivel de ganancias que se obtiene de los combustibles fósiles y la inacción climática son inaceptables. Los líderes deben liderar. No más vacilaciones. No más excusas. No más esperar a que otros actúen primero. Sencillamente, ya no hay tiempo para eso”.
La Agenda para la Aceleración de la Acción Climática
En este sentido, la lista de “cosas por hacer” del Secretario General de la ONU, cita medidas concretas necesarias que deben adoptar los gobiernos, las empresas y los líderes financieros, que se recogen en su Agenda para la Aceleración de la Acción Climática, incluyendo las relativas a la transición hacia las energías renovables.
Lanzada a principios de este año, la Agenda de Aceleración de la Acción Climática establece las tareas necesarias en 2023 por parte de los gobiernos, las empresas y los líderes financieros, para evitar que se crucen umbrales climáticos peligrosos y hacer justicia a quienes están en la primera línea. Esto incluye un llamamiento a los países a acelerar sus esfuerzos, comprometerse a evitar cualquier fuente de carbón, eliminar progresivamente su uso y llegar a la meta más limpia: cero emisiones netas.
Así pues, la Agenda para la Aceleración de la Acción Climática pide a los países desarrollados que lleguen a cero emisiones netas lo más cerca posible de 2040, y a las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, con recortes absolutos de emisiones y que abarquen todos los gases, centrándose en la transparencia y la credibilidad de los planes de reducción de emisiones; que se ponga fin a las subvenciones a los combustibles fósiles; que se presenten planes de transición energética con acciones tangibles para garantizar la generación eléctrica cero, incluyendo la eliminación gradual del carbón; y que se acelere la descarbonización de sectores con altas emisiones como el transporte marítimo, la aviación, industrias del acero, cemento y aluminio, y la agricultura; así como, por otro lado, insta a ofrecer justicia climática mediante las siguientes medidas:
- Proteger a todas las personas de los desastres climáticos con sistemas de alerta temprana para 2027.
- Inversión actual en adaptación en toda la economía con planes para un desarrollo resiliente al clima.
- Duplicar el financiamiento para la adaptación para 2025, trabajando para que la mitad del financiamiento climático se destine a la adaptación.
- Cumplir la promesa de 100 mil millones de dólares anuales a los países en desarrollo.
- Reformar la arquitectura financiera internacional para que los países en desarrollo tengan el apoyo necesario para impulsar sus ambiciones climáticas y desarrollar resiliencia.
- Realizar una reposición récord del Fondo Verde para el Clima.
- Poner en funcionamiento el nuevo fondo de pérdidas y daños este año.
“El paso de los combustibles fósiles a las energías renovables está sucediendo, pero llevamos décadas de retraso. Debemos recuperar el tiempo perdido”. ha indicado Antonio Guterres, quien ha pedido a los principales países emisores, “que se han beneficiado más de los combustibles fósiles”, que hagan esfuerzos adicionales para reducir sus gases de efecto invernadero; y a los países ricos que apoyen a las economías emergentes para que lo hagan.
Objetivos de la Cumbre sobre la Ambición Climática 2023
Ha habido muchas reuniones sobre el clima, pero esta Cumbre sobre la Ambición Climática 2023 es única, ya que representa un hito político crucial, al demostrar que la intención del colectivo mundial es acelerar el ritmo y la escala de una transición justa hacia una economía mundial resiliente al clima basada en energía renovable más equitativa.
Así, la Cumbre sobre la Ambición Climática 2023 se centra en tres vías u objetivos: tener más ambición, una mayor credibilidad y lograr el cumplimiento de la Agenda de manera justa:
Ambición
Se espera que los líderes gubernamentales, especialmente los emisores más grandes, entreguen informes sobre la situación en la que se encuentran respecto al cumplimiento de sus compromisos con tratados históricos como el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Los líderes del gobierno (en especial los grandes emisores) deberán presentar antes de 2030, las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) actualizadas (según lo acordado en Glasgow); compromisos con las cero emisiones netas actualizados; planes de transición de energía con compromisos de no aumentar el consumo de carbón, petróleo y gas; planes de eliminación gradual de combustibles fósiles; objetivos de energía renovable más ambiciosos; compromisos con el Fondo Verde para el Clima; y planes en todos los sectores de la economía sobre adaptación y resiliencia.
Además, se pedirá que todos los principales emisores y, en particular, todos los gobiernos del G20, se comprometan a presentar, de aquí a 2025, contribuciones determinadas a nivel nacional más ambiciosas que abarquen a todos los sectores de la economía y que deben incluir una reducción absoluta de las emisiones y cubrir todos los gases.
Credibilidad
Los líderes de empresas, ciudades, regiones e instituciones financieras, deberán presentar planes de transición a emisiones netas cero alineados con el estándar de credibilidad respaldado por las Naciones Unidas presentado en el informe “La integridad importa” (“Integrity Matters”) del secretario general de las Naciones Unidas.
Este estándar de compromiso con las cero emisiones netas es el único totalmente alineado con la limitación del calentamiento global en 1,5°C. Exige objetivos para los años 2025 y 2030, cobertura de emisiones de alcance 3, planes de transición justos para frenar y eliminar gradualmente los combustibles fósiles, reducción real de emisiones sin usar compensaciones y el compromiso de defender públicamente la acción climática basada en la ciencia.
Implementación
Los líderes del gobierno, organizaciones internacionales y regionales, instituciones financieras, el sector privado y la sociedad civil, presentarán asociaciones de implementación, existentes o nuevas, que asuman retos y oportunidades relacionados con la aceleración de la descarbonización en sectores de altas emisiones (energía, transporte, aviación, acero, cemento) o logren avances en materia de justicia climática.
Justicia climática
La justicia climática es otro de los temas prioritarios. Los habitantes de los países “menos responsables de la crisis climática” sufren sus peores consecuencias y necesitan ayuda para adaptarse y recuperarse de las pérdidas y daños sufridos. Una idea de lo que esto significa en la práctica, es proteger a más personas de los desastres climáticos de aquí a 2027 y duplicar la financiación de la adaptación de aquí a 2025.
Concretamente, Guterres ha incidido en la importancia de la “justicia climática”. Se ha referido al derecho que tienen a estar “enfadadas” muchas naciones pobres, por estar “sufriendo más una crisis climática” de la que no son responsables, y también porque la ayuda financiera que se les prometió no se ha materializado y por el alto endeudamiento que padecen.
El secretario general ha recordado que los países desarrollados se comprometieron a movilizar 100.000 millones de dólares (unos 93.400 millones de euros) al año en financiación climática para las naciones en desarrollo. Aunque el compromiso era para 2020, todavía no se ha llegado a esa cantidad.
“Todas las partes deben poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños en la COP28”, instó, y recordó que los países desarrollados deben cumplir el compromiso de 100.000 millones de dólares, reponer el Fondo Verde para el Clima y duplicar la financiación para la adaptación.
Asimismo, Guterres también ha pedido que todos los países estén “cubiertos” por sistemas de alerta temprana para 2027.
Participación de líderes del gobierno en la Cumbre sobre la Ambición Climática
Tras la intervención del Secretario General, Antonio Guterres, distintos países explicaron de qué forma están trabajando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar las metas relacionadas con la acción por el clima.
El presidente de Chile destacó que, a pesar de las “buenas intenciones” de los dirigentes presentes en la Cumbre, “hay un sector minoritario de la sociedad, pero muy poderoso, que no se somete a estos debates, ni a las reglas democráticas, ni a los acuerdos que multilateralmente alcanzamos, citando a algunas multinacionales y el capital financiero internacional”.
El presidente de Colombia destacó que, a pesar de ser el quinto exportador de carbón del mundo, tienen el imperativo de cambiar a las energías verdes “para proteger la vida” y que, para ello, necesitan financiación. También señaló que su país posee la selva amazónica, la cual actúa como una esponja, cada vez más débil, que absorbe las emisiones que producen las “chimeneas en Estados Unidos, China, India y Europa”.
El presidente de Cuba indicó el gran reto que representa el cambio climático para los países en desarrollo y destacó distintas iniciativas adoptadas en el país. “Las alarmas de la emergencia climática están activadas desde hace años”, afirmó.
Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, resaltó que la UE se compromete con el objetivo de triplicar la potencia renovable para 2030 y a impulsar que esta sea una meta global.
El presidente de España, Pedro Sánchez, también apoyó ese mismo objetivo y destacó la importancia de que se avance en una fiscalidad internacional que también favorezca la lucha contra el cambio climático. “Tenemos que aumentar nuestro nivel de ambición”, reconoció.
Pedro Sánchez ha destacado que la ciencia nos permite hoy tener certezas sobre los aumentos de temperaturas a los que se enfrentará el mundo en los próximos años. “El pico de las emisiones globales no puede ir bajo ningún concepto más allá de 2025”, ha subrayado, poniendo de relieve que la única alternativa es acelerar el despliegue de energías renovables de una forma justa y equitativa, hasta triplicar su capacidad de generación al final de esta década. “Combatir la emergencia climática requiere valentía y determinación”, ha asegurado. Por ello, el presidente Sánchez ha destacado la necesidad de impulsar una revolución tecnológica y económica sin parangón, que solo será posible si se lleva a cabo desde un apoyo social masivo, decidido y global. “Ese apoyo requiere inteligencia para desbordar al principal aliado de la inacción climática: el negacionismo”, ha explicado Pedro Sánchez, incidiendo en la necesidad de convertir este reto en una oportunidad para crear más y mejores empleos, hacer sostenibles todos los sectores y hacerlo siempre de la mano de la ciencia.
Sánchez abogó por compromisos nacionales más ambiciosos para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y en favor de las energías verdes, apostando por una transición justa que “no deje a nadie atrás”, la cual podría generar 100 millones de puestos de trabajo. También reiteró que se necesita la financiación adecuada y demostró su apoyo a una nueva arquitectura financiera internacional. Asimismo, el presidente ha recordado que España ha hecho grandes avances, adoptando los objetivos más ambiciosos en materia de energías renovables y eficiencia energética a través del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. “Vamos a aportar 225 millones de euros al Fondo Verde para el Clima, 20 millones de euros para el Fondo de Adaptación y más de 17 millones de euros en instrumentos que refuerzan la justicia climática”, ha afirmado.
El presidente Pedro Sánchez ha estado acompañado de la vicepresidenta Teresa Ribera, quien ha aprovechado la ocasión para destacar que “tenemos que operar en todos los ámbitos: movilidad, industria, cambiar drásticamente nuestro sistema energético para poder prepararnos para esos cambios de temperaturas a los que se enfrenta la población”.
Firma del Tratado del Alta Mar en la Cumbre de Ambición Climática 2023
Es destacable la apertura de firma del Tratado de Biodiversidad de Alta Mar en la Cumbre sobre la Ambición Climática 2023 en la sede de la ONU, que los 193 Estados miembro de la ONU alcanzaron el pasado 19 de junio.
Así, el Tratado de Alta Mar alcanzó otro hito en su camino hacia la entrada en vigor, con la firma del acuerdo por parte de 67 países y la Unión Europea. Su texto fuera acordado en marzo y formalmente adoptado el 19 de junio de 2023.
El nuevo acuerdo proporciona, por primera vez, una base jurídica para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en alta mar o en zonas que están fuera de la jurisdicción nacional de los Estados.
El Tratado de Alta Mar ofrece un marco actualizado a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que entró en vigor en 1994 y es necesario para implementar el Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica. Está dirigido a proteger y garantizar, a través de 75 artículos, el uso responsable del medio marino, mantener la integridad de los ecosistemas oceánicos y conservar el valor inherente de su diversidad biológica. Busca un enfoque común para proteger al menos el 30 por ciento de la superficie de los océanos, fuera de las aguas jurisdiccionales de los países, de aquí a 2030. Y entre otras cosas, permitirá la creación de áreas marinas protegidas en alta mar, realizar evaluaciones sólidas del impacto ambiental en el mar y el uso de otros “mecanismos de gestión basados en áreas” para gestionar de forma más sostenible los recursos marinos.
Además, ayudará a llenar los vacíos en el mosaico de órganos de gestión que existen actualmente, lo que resultará en una mejor cooperación y un menor impacto acumulativo de las actividades en áreas fuera de la jurisdicción nacional, como el transporte marítimo, la pesca industrial y la explotación de otros recursos.
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, junto al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en calidad del Presidencia de la UE, participaron en la firma de dicho tratado en la Cumbre sobre la Ambición Climática 2023, firmando en nombre de los 27, junto al comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius. A continuación, los Estados miembro de la UE también pudieron firmar su compromiso a nivel nacional.
Al firmar el Tratado de Altamar hoy, los gobiernos demostraron su compromiso con la restauración y conservación de la salud de los océanos. En este sentido, Teresa Ribera ha asegurado que “tenemos el conocimiento y somos capaces de identificar el 30% del espacio marino” y que este Tratado ha sido firmado por más de 70 países y, según la ministra, “es el más significativo e importante”, y, por tanto, “solo queda que entre en vigor”.
“Aportar un cambio transformador en forma de un nuevo tratado sobre alta mar es ni más ni menos que una victoria universal para todos”, señala Leticia Carvalho, jefa de la Subdivisión de Aguas Marinas y Dulces del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El acuerdo entrará en vigor 120 días después de que 60 países lo ratifiquen, aprueben o se adhieran a él. Para que los Estados miembros ratifiquen el acuerdo, deben contar con una legislación nacional que lo incorpore a su ordenamiento jurídico. No obstante, no sabemos cuánto demorará este proceso, ya que, por ejemplo, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar tardó 12 años en ser ratificada.
“Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos para mantener y aprovechar este ímpetu hacia la ratificación; todavía queda mucho por hacer antes de que pueda comenzar el verdadero trabajo de implementación”.
Fuentes: Naciones Unidas, Naciones Unidas Acción por el Clima, ONU programa para el medio ambiente, Agenda de Aceleración de la Acción Climática, El País, La Moncloa, WWF y Europa press
