
Si las emisiones de gases de efecto invernadero y el correspondiente calentamiento climático que estas generan se parara en seco ahora mismo, sería inevitable una subida del nivel de mar por efecto de los daños causados ya hasta ahora. No es un proceso rápido, pero si irreversible, y las partes más amenazadas son las orillas de baja cota y las islas que se están hundiendo debido al cambio climático con escaso relieve. De hecho, archipiélagos de baja cota, muchos de ellos pequeños países insulares, tienen ya planes para evacuar su población debido a la progresiva subida del nivel del mar. Es una realidad que va en aumento y afecta cada vez a más lugares del planeta. Si las aguas siguen creciendo al ritmo acelerado que lo hacen hasta el momento, hay lugares que quedarán sumergidos en poco tiempo.
Curiosamente, algunas de las regiones que más sufrirán las consecuencias de este fenómeno son las que menos han contribuido a desencadenar el cambio climático. Y no son solo un puñado de islotes aislados y/o deshabitados. Hablamos de países enteros, muchos enclaves turísticos, que tendrán que mudar su población y dejar atrás lo que poseen, el sitio que les vio nacer y todo aquello que consideran su hogar y su patria. De hecho, algunos ya se están desplazando internamente en sus islas a lugares más seguros, lo cual conlleva la pérdida del importantísimo componente cultural para ellos.
La población de estas islas que se están hundiendo debido al cambio climático, situadas a muy pocos metros sobre el nivel del mar, vive cerca de las playas. Es maravilloso, un lujo, pero también un riesgo porque el mar se está llevando la zona costera y su vulnerabilidad es real. Es una amenaza existencial para los habitantes.
Estas islas están entre las regiones más propensas a desastres del mundo. Aisladas por vastas extensiones de océano, son más propensas a fenómenos meteorológicos y ven cómo su territorio se hunde ante la subida del nivel del mar sin un lugar al que ir. Van a pagar miles de millones en las próximas décadas para adaptarse al cambio climático. Construcción de diques, traslado de pueblos y ciudades o diversos cambios en el suministro de agua para hacer uso de energías renovables. Una cantidad ingente de dinero que tendrán que pagar por causas ajenas a ellos.
Asimismo, muchas de esas pequeñas islas tienen problemas de acceso al agua, a la energía o de conectividad, y usan pequeñas embarcaciones de las que dependen para desplazarse de unas a otras. Si la tempestad golpea, nadie puede ir hasta allí.
Además de la pérdida de territorio, el aumento del nivel del mar tiene un impacto determinante en los acuíferos, de donde muchas islas obtienen sus recursos hídricos para beber o para cocinar. Hay intrusión de aguas salinas, por lo que esa agua deja de ser potable y de estar disponible para el uso humano.

Así pues, existen una gran cantidad de islas en todos los mares y océanos del mundo que, por estar prácticamente al nivel del mar, se encuentran en peligro real de desaparecer. A continuación, os hablamos de algunas de las islas que se están hundiendo debido al cambio climático.
Islas Maldivas
Son un archipiélago del Océano Índico, al sur de India, formado por 1200 pequeñas islas en las que viven unas 54000 personas. Considerado uno de los sitios más bellos del mundo, también se trata del país de más baja altitud sobre el nivel del mar que existe en la Tierra, pues su elevación media es de tan solo 1 metro sobre el nivel del mar. Por lo que milímetro a milímetro, las Maldivas están siendo invadidas por las aguas del océano que las rodea.
Investigadores señalan que “si Maldivas sufre una subida del nivel del mar de tan solo 45cm, perdería alrededor del 77% de su superficie en 2100, pero eso es algo que incluso podría suceder antes”.
El presidente Ibrahim Mohamed Solih afirmó ante los líderes mundiales durante una de las últimas cumbres climáticas: “La diferencia entre 1,5 grados y 2 grados centígrados es una sentencia de muerte para las Maldivas”.
Por ello, gran parte de la población está siendo trasladada a una isla artificial (Ciudad de la Esperanza) hecha con arena bombeada desde el fondo del mar, sobre la que se han construido gigantescos rascacielos para albergar a los residentes que ven arrebatado su territorio por el mar. Así y todo, esta nueva isla tiene una altura máxima de 1,9 metros.

Tuvalu
Es un país insular de la Polinesia en mitad del Pacífico Sur, constituido por 9 atolones e islas de coral. Tiene unos 11000 habitantes y su situación es particularmente desesperada, aunque en un principio se creía que no.
Este pequeño país sacudió las conciencias mundiales cuando en 2021 su ministro de Asuntos Exteriores, Simon Kofe, apareció durante la COP26 en un vídeo tras un atril y con traje y corbata, con el agua del mar hasta las rodillas, exigiendo al mundo que tome medidas contra en cambio climático (primera imagen de este artículo).
Tuvalu ya ha perdido dos de sus 9 atolones y se calcula que para 2050 la mitad de la isla más grande de Tuvalu estará inundada por las mareas, mientras que el 95% del territorio sufrirá la misma situación a final del siglo.
El punto más elevado de la isla solo tiene algo más de 4 metros de altura. Además, la penetración del agua salina está destruyendo los cultivos, por lo que ya tiene que importar tierra desde otros países cercanos.
La situación es cada vez más desesperada y no se descarta una evacuación de su población en los próximos años, convirtiéndose, sus habitantes, en los primeros “refugiados climáticos”. Cabe indicar que Australia ha establecido un acuerdo para ofrecer visados climáticos a sus habitantes.

Islas Marshall
Con unos 53000 habitantes, este archipiélago del Pacífico formado por 34 atolones y ubicado al Noreste de Australia, afronta una situación particularmente difícil que obliga a sus autoridades a adoptar medidas de urgencia para frenar los efectos de la subida del nivel del mar, ya que se halla en riesgo de desaparecer por completo. El 30% de las costas de Majuro, su capital, ya ha sucumbido al avance del océano. A pesar de que se han intentado construir diques de contención, estos han sido arrasados por las mareas. Los científicos han comprobado que es uno de los puntos del mundo donde el nivel de las aguas sube con mayor rapidez.
Gracias a un acuerdo con Estados Unidos (del que fueron colonia), miles de isleños ya se ha trasladado a dicho países en las últimas décadas para recibir tratamiento médico y mejorar su educación o empleo, muchos de los cuales se instalaron en el estado de Arkansas. Los dirigentes insulares creen que es probable que la emigración aumente a medida que suba el nivel del mar.
El Servicio Geológico de Estados Unidos advirtiera ya en 2014 que el aumento del nivel del mar salinizará el agua dulce de las islas, “lo que probablemente obligará a los habitantes a abandonar sus islas en décadas, no en siglos, como se pensaba”.

Kiribati
Este es otro pequeño país insular formado por una isla y un grupo de 33 atolones coralinos situados en el Pacífico Central, entre Hawái y Australia, amenazado de desaparecer debido al cambio climático y la subida del nivel del mar. La mitad de los algo más de 10000 habitantes de Kiribati viven en su capital, Tarawa Sur, que es una estrecha banda de tierra entre el Pacífico y una enorme laguna interior.
Un informe de la ONU sobre el efecto invernadero publicado en 1989 ya incluía a Kiribati como uno de los países en riesgo por la subida de las aguas. 10 años después, dos de sus islas deshabitadas, Abanuea y Tebua Taraua (esta última utilizada por pescadores), desaparecieron bajo las olas.
Actualmente, la marejada y las fuertes tormentas hacen que, cada vez con más frecuencia, el mar se adentre en la tierra, salinizando las reservas de agua dulce, matando cultivos e inundando viviendas.
En los últimos años, el gobierno insular ha comprado terreno en las vecinas islas Fiyi para dedicarlos al cultivo, ante la amenaza que sufren las plantaciones del país, y para tener un lugar al que evacuar a toda su población en caso de urgencia, aunque, como veremos, estas últimas también están amenazadas.

Islas Fiyi
Mundialmente conocidas por ser un paradisíaco destino turístico de una belleza incomparable, las Islas Fiyi o Fiji, también en Oceanía, tiene casi 1 millón de habitantes y su gobierno lleva ya dos años preparando la evacuación de gran parte de su población. Hay 42 pueblos que tienen previsto trasladarse a partes más altas, de los cuales 6 ya lo han hecho.
Sus llanuras aluviales que sirven para cultivar caña de azúcar y sus costas que atraen al turismo, están peligrosamente amenazadas si continúa subiendo el océano.
Para el año 2030 gran parte de su capital estará sumergida, y en el 2100 su costa será irreconocible, según los científicos. No obstante, gracias a que son montañosas y tienen zonas más elevadas, no llegarán a desaparecer del todo.

Bahamas
No solo en el Índico o en el Pacífico hay islas que se están hundiendo debido al cambio climático, también en el Atlántico, frente a EE. UU. las islas Bahamas se hunden y su primer ministro, Philip Davis, explicó en la COP28: “nuestra supervivencia depende de una cooperación inmediata y de compromisos significativos. En las Bahamas, simplemente queremos vivir”.
Gran parte del Noroeste de Bahamas, como las islas Ábaco y Gran Bahama, quedarán bajo el nivel del mar en una fecha tan próxima como el año 2050, según las previsiones de Climate Central, una organización sin fines de lucro que investiga la crisis climática.

Vanuatu
Este es un estado insular al Este de Australia que tiene más de 80 islas de origen volcánico. Está habitado por 335000 personas y en riesgo de desaparecer por completo.
Aquí la intrusión del agua marina está también salinizando los recursos hídricos y los cultivos.
Y como en los casos anteriores, sus habitantes son los que menos han contribuido al cambio climático: la mayoría no tiene coche ni viajan en avión y suelen servir la comida en hojas de plátano en lugar de utilizar plástico. Sin embargo, son quienes más sufren sus consecuencias.

Ghoramara
Pertenece al estado indio de Bengala occidental y está situada en el Océano Índico. Hace 25 años contaba con una superficie cercana a los 9 km², pero en la actualidad apenas supera los 4.
Se teme que este islote siga el mismo camino que llevó a la desaparición a otra isla vecina de los Sunderbans, en el delta de la bahía bengalí que se llamaba Loachara y sucumbió a la crecida del nivel del mar hace ya 18 años.

Nauru
Esta es la república más pequeña del mundo, una paradisíaca isla de poco más de 21km2 y 10.000 habitantes, condenada a desaparecer ante el avance imparable de las aguas oceánicas.
Su población es tristemente famosa por padecer obesidad, diabetes y problemas renales debido a su mala alimentación y falta de ejercicio. Y la isla ha sufrido daños irreparables en su Medio Ambiente por la extracción masiva de fosfatos.
El gobierno de Nauru está en tratativas con países como Australia, Taiwán y Nueva Zelanda para poder buscar refugio en sus territorios.

Islas Salomón
La desaparición progresiva de este paraíso no es una noticia nueva. En la cumbre de la Tierra de Copenhague en 2009 ya se habló del caso de estas islas, cuyos territorios albergan a más de 600.000 habitantes. Además, muchas de las pequeñas ínsulas del archipiélago son volcanes activos.

Islas Samoa
Los arrecifes naturales que rodean y sostienen a las islas del Estado Independiente de Samoa han ido desapareciendo por efecto de la erosión al subir el nivel de las aguas del Pacífico. Y debido a este fenómeno, varias de sus islas se hunden lenta pero persistentemente, ante la impotencia de sus habitantes.

Los líderes de estas islas que se están hundiendo debido al cambio climático, llevan casi una década pidiendo dinero a los Fondos Mundiales para el Clima, pero estos sólo se ocupan de grandes proyectos y tardan mucho. Además, algunos de estos países no acceden a los fondos necesarios por no estar considerados «lo suficientemente pobres». Muchos de estos países son de los que menos contaminan en términos de emisiones de carbono, pero los que más sufren los efectos del cambio climático. Por eso, cuando se habla de financiación para estas islas, no se trata de pedir caridad, sino de justicia climática.
Fuentes: Información y rtve

