Bioo Lite y cómo obtener electricidad y WiFi con plantas
Actualizado el domingo, 13 marzo, 2022
La sartup Bioo permite tener WiFi y conseguir electricidad gratis en casa con solo una maceta
Seguro que conocéis el dicho “Imagínate que los árboles dieran WiFi, todo el mundo plantaría árboles como locos. Es una lástima que sólo produzcan el oxígeno que respiramos“, pues hoy os hablamos de unos investigadores que han sido capaces de hacer realidad la primera frase de ese dicho. Hoy día, muchos científicos se están esforzando por encontrar fuentes de energía limpias. Estando ya exploradas la solar y la eólica, se empiezan a entrever otras más novedosas e impactantes como el proyecto Bioo de Arkyne Technologies, propuesto por un grupo de estudiantes investigadores andaluces que estudian en la Universitat Autònoma de Barcelona y en la Universitat Ramón Llull, en el que presentan Bioo Lite, un prototipo que usa la fotosíntesis de las plantas para generar electricidad, tal y como os contamos a continuación.
Su carta de presentación es Bioo Lite, una maceta que genera suficiente energía como para cargar un smartphone a través del puerto USB que incorpora. El sistema aprovecha la materia biológica que desechan las plantas durante la fotosíntesis en la tierra, donde pusieron unas bacterias en una concentración adecuada tal que son capaces de descomponer esa materia y transformarla en protones y electrones para obtener energía a un coste mínimo. En esta misma línea, su nuevo producto es Bioo Pass Wifi, una planta que ofrece acceso inmediato a Internet sin necesidad de contraseñas con tan solo acercar el teléfono móvil a su maceta. En el siguiente vídeo, el CEO de Bioo nos explica su funcionamiento.
Sin embargo, su objetivo es ir más allá, puesto que los paneles vegetales generarían electricidad que podría usarse más allá del ámbito doméstico. “A partir de aquí, tenemos que escalar esta tecnología. Estamos inmersos en un proceso de I+D con el que desarrollar productos más grandes que utilicen el mismo sistema de las macetas”, apunta el director general. Según explicaron en el espacio 4YFN del pasado Mobile World Congress de Barcelona, el sistema “genera una potencia de 3 a 40 vatios por metro cuadrado, a partir de unos paneles vegetales y una batería biológica que aprovecha los residuos energéticos (materia orgánica) que las plantas expulsan al no necesitarlos”. De este modo, el dispositivo es capaz de producir electricidad constantemente mediante un sistema de autoabastecimiento.
Así pues, su intención es que haya farolas que se enciendan con este mecanismo o que los jardines de las casas, con al menos 100 metros cuadrados, permitan el autoconsumo de las familias. “El funcionamiento es el mismo que el de los paneles solares, pero esto no se había desarrollado antes. Hay que pensar que las hojas de las plantas son como las placas fotovoltaicas. Entonces, en función de la planta que pongas, producirás más o menos energía”, precisa el cofundador. “Nuestra propuesta plantea una simbiosis entre tecnología y naturaleza. En lugar de talar los bosques podríamos convertirlos en las centrales eléctricas del futuro” asegura Vidarte.
Además, el equipo ha recibido el premio Imagine Express por el desarrollo de una aplicación vinculada a Bioo. Esta app funciona de “puente intermedio” entre los usuarios y los paneles vegetales Bioo para producir electricidad. Por un lado, ayuda a monitorizar la eficacia del sistema en cuanto a producción eléctrica se refiere, y por otro, apuesta por el concepto de “ciudad inteligente” de modo que permite que las personas que utilicen Bioo, puedan comprar o vender electricidad. Y lo próximo que lanzarán al mercado estas navidades se llama Bioo Ed, lo cual se trata de una solución educativa para que los colegios puedan trabajar con esta tecnología limpia y ver de primera mano el funcionamiento de una batería biológica y sus aplicaciones.
Por otra parte, existen otros proyectos fuera de España que también plantean el uso de plantas para obtener electricidad. Uno de ellos es utilizado por los habitantes del Nuevo Saposoa, una comunidad de indígenas de Latinoamérica que se hallaban sin luz a causa del paso de un huracán, el cual se basa en la misma idea que Bioo y se denomina Plantalámpara. Este sistema utiliza un tubérculo y es capaz de proveer energía a una lámpara LED de 300 lumens que equivalen a 50W.
Otro proyecto de base similar fue desarrollado por la Universidad de Wagenimen en los Países Bajos, creando la startup Plant-e. En este caso, el sistema consiste en cubetas donde las plantas se colocan en una superficie con abundante agua y funciona de la misma manera que en los casos anteriores. Esta idea puede ir muy bien en sitios con abundancia de agua, como arrozales o humedales, aunque si las temperaturas son muy altas, hay que dotar de agua a las cubetas permanentemente para evitar que por la evaporación queden sin el sustento líquido.
Por ahora el rendimiento de este invento es reducido. Los cálculos de la universidad de Wageninen precisan que cada metro cuadrado de plantas genera 0,4 watts, aunque este índice es mayor de lo que puede generar la biomasa. Sus investigaciones aspiran a que se pueda producir unos 3,2 watts por metro cuadrado, por lo que una instalación de 100 metros cuadrados podría proveer de energía para una casa que requiera de unos 2.800 kilowatts por año.
Además, sugieren que los gobiernos comunales se sumen a la idea e instalen estos sistemas en parques o a la vera de carreteras, y dotar de energía libre y limpia para iluminar focos LED o proporcionar corriente para spots de WiFi. Ya dos municipios holandeses, Ede/Wageningen y Zaandam, han adquirido el sistema y les permite iluminar los arcenes de seguridad en las carreteras comunales.
De momento, en su web venden un modelo DIY por 1.000 euros, consistente en un bloque de madera de un metro cuadrado, con la grilla de electrodos, y una luz LED, para instalar los plantones y dejar que la lámpara se encienda automáticamente. Así, cualquiera puede tener un jardín iluminado todas las noches sin pagar un euro en la factura eléctrica.
Fuentes: El País Retina y La Vanguardia
