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Greenteach

Hallan la “fábrica” de adenovirus en las células

20/10/2017

Un estudio del CSIC localiza la región celular en la que se construyen los adenovirus

Un estudio llevado a cabo por investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la revista PLOS Pathogens, ha localizado la región celular donde se forman los adenovirus, lo cual puede ayudar a diseñar antivirales para tratar enfermedades producidas por éstos, así como desarrollar virus que sirvan como herramientas terapéuticas.

Los adenovirus (Adenoviridae) son un grupo de virus que infectan tanto a humanos como animales. Son virus no encapsulados (sin envoltura que rodea la cápside vírica) con ADN bicatenario, que pueden causar infecciones en las vías respiratorias, conjuntivitis, cistitis hemorrágica y gastroenteritis. En la terapia génica ya se utilizan para la obtención de ADN.

La cápside vírica que contiene y protege el genoma de los adenovirus, está formada por más de diez tipos de proteínas que deben fabricarse y ensamblarse de forma muy coordinada. Dicho ensamblaje y la introducción del genoma en su interior debe ser preciso y correcto para que el virus pueda propagarse. Para introducir el genoma en la cápside existen dos tipos de mecanismos: concertado, en el que la cápsula de proteínas es construida en torno al genoma, o secuencial, donde primero se ensambla una cápside vacía con un canal por el que luego se introduce el genoma.

A pesar de que se llevan estudiando los adenovirus más de 60 años, hasta ahora todavía no se sabía dónde se realiza el ensamblaje ni mediante qué mecanismo se hacía. En este estudio, se ha visto que el ensamblaje de la cápside y la entrada del genoma en su interior se lleva a cabo de forma concertada en una región celular particular. Las investigadoras Carmen San Martín y Gabriela Condezo, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), que han realizado el estudio, explican que “en la célula infectada, la formación de nuevos virus se produce en localizaciones específicas donde coinciden en  espacio y tiempo las proteínas que formar la cápside y los genomas, llamadas “factorías virales”.

Hay que destacar que en este trabajo se han empleado técnicas de inmunofluorescencia e inmunomicroscopía electrónica, que han permitido determinar la localización de dicha factoría viral. Además, con este estudio, se muestra por primera vez imágenes con fragmentos de cápside de distintos tamaños unidas a estructuras formadas por el genoma del virus y unas proteínas que ayudan a condensarlo para que quepa dentro de la cápside. Estas imágenes apoyan el modelo de ensamblaje concertado más que el secuencial.

adenovirus

La infección por adenovirus es común en seres humanos, y aunque no tiene en general gran relevancia clínica (en condiciones normales, puede producir síntomas similares a los de un catarro leve), sí puede ser grave en el caso de pacientes inmunodeprimidos como a niños a los que se les ha practicado un trasplante de órganos.  Además, “existe un amplio campo de investigación sobre el posible uso de los adenovirus como vector terapéutico, de forma que la capacidad de infectar del virus se traduzca en un beneficio para el paciente. Por ejemplo, se estudia la posibilidad de modificar el virus de forma que sólo destruya  las células de los tumores, y no a las células sanas”, explica San Martín.

Por tanto, esta aportación es interesante e importante para el estudio de los adenovirus, ya que tanto para diseñar posibles medicinas (antivirales) para el tratamiento de enfermedades producidas por adenovirus, como para desarrollar nuevos virus que puedan servir como herramientas terapéuticas, es imprescindible conocer con el mayor grado de detalle posible cómo se forma la partícula viral. “Además, la información acerca del ensamblaje de adenovirus puede servir de modelo para comprender cómo se ensamblan otros virus aún más complejos, por ejemplo, el virus de la peste porcina africana o los virus gigantes como el mimivirus. Esto se debe a que todos estos virus, a pesar de infectar organismos diferentes, construyen sus cápsides con proteínas muy parecidas en estructura”, concluye San Martín.

Fuente: CSIC