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Control del apetito dependiente del hipocampo afectado por dieta occidental

22/09/2021
control del apetito dependiente del hipocampo Portada

En animales, muchos estudios sugieren que incluso una breve exposición a una dieta de estilo occidental (dieta WS), rica en grasas saturadas y azúcar agregada, da como resultado un deterioro selectivo en pruebas de aprendizaje y memoria dependientes del hipocampo (HDLM). Este artículo científico, tenía el objetivo de probar esto en humanos, es decir ver si el control del apetito dependiente del hipocampo se ve afectado por realizar una dieta occidental.

Presentación

Hippocampal-dependent appetitive control is impaired by experimental exposure to a Western-style diet” (“El control del apetito dependiente del hipocampo es afectado por la exposición a una dieta de estilo occidental”), es un artículo científico publicado en febrero de 2020 en la revista Royal Society y llevado a cabo por Richard J. Stevenson, Heather M. Francis, Tuki Attuquayefio, Dolly Gupta, Martin R. Yeomans, Megan J. Oaten y Terry Davidson; en el cual analizan el control del apetito dependiente del hipocampo en un experimento en el que someten a un grupo de personas a una prueba de una dieta occidental, rica en grasas saturadas y azúcar añadida.

Si bien está bien establecido que gran parte del procesamiento del hipocampo se relaciona con la memoria, sus funciones se extienden a muchos otros dominios, incluida la regulación del apetito. Los datos en animales, sugieren que las lesiones del hipocampo perjudican el uso del estado interno para resolver decisiones relacionadas con el apetito. Presumiblemente, lo mismo debería ocurrir en los humanos, con una dieta WS que deteriora la función del hipocampo y, por lo tanto, de manera relacionada, el control del apetito dependiente del hipocampo.

Las teorías actuales de la motivación apetitiva, sobre todo la teoría de la prominencia de los incentivos, hacen especial hincapié en la base neuronal diferencial de la recompensa anticipatoria (querer) y consumatoria (gustar), pero, generalmente, se centran menos en cómo el cerebro modula estos procesos. No obstante, esta modulación es claramente importante. Esto se debe a que los animales y los seres humanos se encuentran, con frecuencia, con señales externas asociadas con resultados gratificantes y, sin forma de modulación, el comportamiento estaría al capricho de una serie de deseos momentáneos en constante cambio. La modulación, por lo tanto, permite la priorización de los objetivos motivacionales, y un medio importante para lograrlo, es recurrir al estado corporal interno (es decir, interoceptivo). En el contexto de la motivación apetitiva, estar saciado debería servir para reducir el valor de recompensa de las señales alimentarias percibidas externamente (es decir, enfoque limitante), controlando así el apetito.

Independientemente de si esto es o no correcto, hay motivos para pensar que el hipocampo participa en el uso del estado interoceptivo para regular el apetito, aunque también se observa que los efectos inhibidores en animales pueden obtenerse, aparentemente, independientemente del estado interoceptivo.

El hipocampo podría entonces servir a cualquiera de los modelos en condiciones en las que se percibe una señal de comida excitadora cuando se está saciado. En tales condiciones, el hipocampo podría inhibir la recuperación de redes asociativas conectadas con ese alimento y/o amortiguar la activación de las áreas cerebrales que median la recompensa. Si el hipocampo se deteriora, dicha regulación debería volverse menos eficiente y, en consecuencia, la percepción de señales alimentarias debería desencadenar redes asociativas relacionadas con la obtención de ese alimento, incluidos los recuerdos del mismo y/o la activación de áreas cerebrales que median la recompensa, independientemente del estado interoceptivo. Esto, aumentará la probabilidad de comer cuando se esté lleno. Asimismo, estudios en animales han encontrado que la discriminación de los estados de hambre y saciedad se altera después de lesiones selectivas del hipocampo pero que dejan la amígdala intacta.

control del apetito dependiente del hipocampo

No es posible concluir que una dieta WS cause un deterioro del control del apetito dependiente del hipocampo, solo mediante una prueba de querer y gustar. Para probar la causalidad, se necesitaría examinar si la exposición experimental a una dieta con WS:

  • afecta el HDLM;
  • provoca un patrón similar de respuestas en la prueba de querer y gustar;
  • y que los resultados previstos (i) y (ii) se correlacionan.

Este conjunto de predicciones, si se confirma, implicaría que una dieta con WS causa deterioro del hipocampo, y que una consecuencia de esto, es un peor control del apetito. En términos más generales, esto:

  • apoyaría la idea de que los procesos mediados por el hipocampo subyacen a la capacidad de las señales de saciedad para controlar el comportamiento apetitivo;
  • y que una dieta WS provoca un deterioro neurocognitivo que erosiona el control del apetito.

En el experimento reportado aquí, se propuso probar estas predicciones, asignando aleatoriamente a participantes jóvenes delgados y saludables que generalmente comían una dieta de buena calidad, a un grupo de dieta de estilo occidental (WS) durante una semana, o a un grupo de control que mantuvo su dieta habitual durante este mismo período.

En resumen, todos los participantes realizaron una sesión de prueba inicial (día 1) antes de cualquier intervención, que incluyó pruebas neuropsicológicas (HDLM y rango de dígitos), junto con varias medidas de control para comprobar que los grupos estaban emparejados. Es importante destacar que la prueba de querer y gustar se completó antes y después de un desayuno abundante. Luego, los participantes regresaron una semana después del final de la fase de intervención (día 8) y repitieron las pruebas descritas para el día 1. Finalmente, regresaron nuevamente, aproximadamente tres semanas después, para pruebas de seguimiento limitadas (día 29), principalmente para verificar si las consecuencias de la intervención dietética sobre el control del apetito dependiente del hipocampo fueron reversibles, como sugieren los datos recientes en animales.

En relación con los controles, el rendimiento de HDLM disminuyó en el grupo de dieta WS (d = 0,43), pero no fue diferente durante el seguimiento y no mostraron cambios en las pruebas de control (intervalo de dígitos hacia adelante y hacia atrás). El control del apetito también disminuyó en el grupo de dieta WS (d = 0,47) y esto se correlacionó fuertemente con la disminución de HDLM (d = 1,01). Estos hallazgos, demuestran que una dieta con WS puede alterar rápidamente el control del apetito en los seres humanos, un efecto que podría promover la ingesta excesiva de alimentos en los consumidores de una dieta con WS. El estudio también sugiere un papel funcional del hipocampo en el control del apetito y proporciona nueva evidencia de los efectos neurocognitivos adversos de una dieta con WS.

Materiales y Métodos

A continuación, se describe el procedimiento llevado a cabo por los científicos para la realización de su estudio sobre el control del apetito dependiente del hipocampo.

Participantes

Universidad de Macquarie

Los participantes fueron reclutados de la Universidad de Macquarie (Sidney). Todos fueron evaluados antes de la inscripción para asegurarse de que fueran delgados, saludables y consumieran una dieta nutritiva (es decir, definida como una puntuación por debajo del promedio en una medida de autoinforme validada de la dieta WS).

Los criterios de exclusión fueron: embarazo, enfermedades metabólicas, neurológicas o psiquiátricas actuales / pasadas, alergias alimentarias, veganos / vegetarianos, personas que no comen cerdo, dieta actual, cambio reciente de dieta significativa, uso de medicamentos recetados (que no sean la píldora anticonceptiva y la medicación para el asma), consumo de drogas ilícitas y mala salud actual.

Los criterios de inclusión fueron: edad de 17 a 35 años, índice de masa corporal (IMC) entre 17 y 26, puntuación por debajo del promedio de la dieta WS, inglés fluido, y una puntuación en la escala de depresión, ansiedad y estrés por debajo de 25.

Los participantes se asignaron a condiciones experimentales basadas en un programa aleatorio predeterminado estratificado por género. Esto aseguró un número aproximadamente igual de hombres y mujeres en cada grupo.

El objetivo era reclutar 52 participantes por grupo, pero, en realidad, 110 completaron el día 1, 105 el día 8 y 102 el seguimiento el día 29. Cada participante, proporcionó el consentimiento por escrito. El procedimiento fue aprobado por el Comité de Ética de la Universidad de Macquarie, con la divulgación completa de los objetivos del estudio en un informe posterior a la prueba el día 29.

Estímulos

El grupo de la Dieta WS, los días 1 y 8 recibió un desayuno de laboratorio de un sándwich tostado y un batido de leche, con alto contenido de grasas saturadas y azúcar agregada (KJ total = 4023; 33% de grasa [19% saturada], 51% de carbohidratos [29% de azúcar] y 16% de proteína). En los días 2 a 7, se indicó a los participantes que comieran dos gofres belgas para el desayuno o el postre durante 4 días (KJ total para dos gofres = 3376; 28% de grasa [15% saturada], 65% de carbohidratos [31% de azúcar] y 7% proteína), y obtener una comida principal y bebida/postre de un conjunto de opciones de una cadena de comida rápida popular en los otros 2 días (KJ total por comida / bebida / postre promedio = 4127; 27% de grasa [15% saturada], 46% de carbohidratos [25% de azúcar] y 27% de proteínas). Dejando de lado estos cambios, se les indicó a los participantes que trataran de mantener su dieta normal.

En el grupo Control, los días 1 y 8, los participantes recibieron un desayuno de laboratorio que consistía en un sándwich tostado y un batido de leche, bajo en grasas saturadas y azúcar agregada (KJ total = 2954; 13% de grasa [5% saturada], 29% de carbohidratos [10% azúcar] y 58% de proteína). En los días 2 a 7, se les pidió que mantuvieran su dieta normal.

dieta WS desayuno occidental

Para realizar la prueba de querer y gustar, se utilizaron seis alimentos para el desayuno: 10ml de Coco pops en 10ml de leche; 10ml de Frosties en 10ml de leche; 10ml de Froot Loops en 10ml de leche; Mini tostadas (cuadritos de pan tostado crujiente de aproximadamente 3 por 3cm) con mermelada; Mini tostadas con Vegemite (un sabroso untado); y Mini-tostada con Nutella.

Y las calificaciones generales, consistieron en escalas de siete líneas con valores de Nada o Mucho, etiquetadas: hambre, sed, plenitud, felicidad, tristeza, relajación y alerta. Las calificaciones de estado de ánimo/excitación no revelaron diferencias relacionadas con el grupo y, por lo tanto, no se tuvieron en cuenta.

Procedimiento

El día 1 todos los participantes informaron haber ayunado durante la noche según las instrucciones. Los datos biográficos y de salud se recopilaron primero, y los participantes completaron medidas de: actividad física, sueño, dieta WS, actitudes alimentarias y estado de ánimo. La altura, el peso y la circunferencia de la cintura se recopilaron en cada día de prueba, pero no difirieron entre los días. Los participantes también realizaron una prueba de diagnóstico de glucosa en sangre, utilizando una muestra de sangre de un dispositivo de punción digital, antes (20min) y después (10min) del desayuno. También se obtuvo una muestra de orina, para evaluar los correlatos biológicos de los cambios neuropsicológicos previstos.

Luego, se completó la fase de adquisición de la prueba de aprendizaje verbal de Hopkins (HVLT). El HVLT implica un conjunto inicial de tres ensayos de adquisición, seguidos después de 20 minutos por un ensayo de memoria diferida. La variable de interés fue el porcentaje de retención. El HVLT tiene una fiabilidad adecuada y el rendimiento en esta prueba se asocia con la integridad del hipocampo.

A esto, le siguió el intervalo de dígitos hacia adelante, que no se esperaba que se viera afectado por la intervención. Se eligió el intervalo de dígitos del RBANS, ya que tiene múltiples formas alternativas y una confiabilidad adecuada. La puntuación RBANS informada, refleja el rendimiento en múltiples ensayos de dificultad creciente (es decir, más dígitos para recordar), en lugar de la amplitud de dígitos per se.

Después, se completó la prueba de gusto y deseo antes del desayuno, utilizando el mismo formato de escala de calificación que en todos los usos anteriores, para garantizar la coherencia del procedimiento. Los participantes recibieron los seis alimentos de prueba en orden compensado. Para cada muestra de alimento, se les pidió que calificaran en una escala lineal cuánto les gustaría comer ahora (Para nada o Mucho). Y luego se les presentó cada alimento nuevamente, pero esta vez, se les pidió que lo consumieran y que calificaran cuánto les gustaba (misma escala) y cuánto más les gustaría ahora.

Posteriormente, los participantes llevaron a cabo una forma modificada de razonamiento matricial (es decir, utilizando un límite de tiempo establecido por prueba en un subconjunto de las pruebas más difíciles), como una medida indirecta de la inteligencia, seguida de la prueba diferida del HVLT.

Luego, los participantes completaron las calificaciones generales, seguidas por el desayuno, donde se les indicó a los participantes que comieran tanto como pudieran en los 10 minutos dados para esta comida (con acceso ad libitum al agua).

Todos los alimentos no consumidos se recogieron para pesarlos más tarde. Después de un conjunto adicional de calificaciones generales, y la prueba de querer y gustar después del desayuno (idéntica a la prueba previa al desayuno), los participantes evaluaron el desayuno (en cuanto a agrado y saciedad, utilizando escalas de línea).

Se instruyó al grupo de dieta WS sobre la intervención dietética y sobre cómo completar un diario de dieta. También se pidió a los participantes que registraran: (i) los días en que comieron gofres y comidas rápidas; (ii) cuánto comieron; (iii) fotografiar con su teléfono cada vez que comían los gofres; y (iv) obtener los recibos de las comidas rápidas.

Por otro lado, se pidió a los del grupo Control que llevaran un diario de alimentación un día laborable y un día de fin de semana.

medicion de glucosa en sangre

El procedimiento del día 8 fue idéntico al día 1, excepto que el razonamiento matricial fue reemplazado por dos cuestionarios: una forma adaptada de la escala de memoria diaria (refiriéndose solo a la última semana) y una medida de ansias de comida; donde no hubo efectos grupales para estas medidas. También se recopilaron los diarios de alimentos y materiales relacionados, y se preguntó a los participantes sobre la aparición de cualquier evento adverso en la vida desde el Día 1, no informándose de ninguno.

Finalmente, el día 29, las pruebas se realizaron por la mañana sin restricciones en la ingesta previa de alimentos. Se completaron las pruebas de extensión de dígitos y HVLT. Esto fue seguido por la forma estándar de la prueba de memoria diaria y una medida de los antojos de alimentos. Se obtuvieron calificaciones generales, seguidas de la prueba diferida del HVLT. Por último, se realizó una sesión informativa sobre el propósito específico del experimento.

Análisis de los datos

Las puntuaciones de cada tipo de escala de calificación en la prueba de querer y gustar, se promediaron según el tipo de alimento. El procedimiento de promediado, se llevó a cabo por separado para las pruebas antes y después del desayuno en los días 1 y 8.

Como ciertas calificaciones de las pruebas posteriores al desayuno contenían valores cero, estos datos no eran normales y no eran susceptibles de transformación. En consecuencia, calcularon las puntuaciones de diferencia (antes y después del desayuno) para cada día de prueba y para cada tipo de escala de calificación, y usaron esos valores en el análisis.

Los datos del diario se analizaron utilizando el software FoodWorks 8 (anotando que un participante no devolvió los diarios de dieta), y luego se promediaron las ingestas durante los dos días récord.

Los datos se analizaron mediante pruebas t independientes, ANCOVA univariantes y ANOVA de diseño mixto.

software FoodWorks

Resultados

Y aquí se muestran los resultados obtenidos tras el estudio sobre el control del apetito dependiente del hipocampo con una dieta occidental.

Datos de comprobación de grupo y manipulación

Los grupos no difirieron significativamente en ninguna medida de referencia. Tal y como puede verse en la Tabla 1, en su puntaje de ingesta dietética de estilo occidental, ambos grupos cayeron alrededor de 0,7 d.e. por debajo de la media normativa para estudiantes (M = 61,5, d.e. = 13,5; n = 2977), lo que indica una dieta en general más saludable que el promedio.

Tabla 1 articulo control del apaetito dependiente del hipocampo

Por su parte, la Tabla 2 siguiente, presenta datos relacionados con la ingesta de alimentos en los días 1 y 8, y durante la intervención (días 2 a 7). En los días 1 y 8, la ingesta energética del desayuno fue mayor para el grupo de dieta WS, pero no difirió por días, grupo o grupo por días. El volumen de ingesta de desayuno tampoco difirió por días, grupo o grupo por días. La glucosa en sangre aumentó significativamente durante el desayuno, pero puntuaciones de cambio de glucosa en sangre no difirieron por días, grupo o grupo por días. Las calificaciones de hambre, saciedad y sed, se alteraron durante el desayuno, pero los cambios en las puntuaciones del desayuno no difirieron por días, grupo o grupo por días. Tampoco hubo efecto de grupo, días o grupo por días, en las evaluaciones del desayuno, lo que indica que todos los participantes lo encontraron en general agradable y satisfactorio.

Como se esperaba, los diarios de alimentos del grupo de la dieta WS revelaron diferencias en la ingesta en comparación con los controles, en particular con una mayor ingesta de grasas saturadas y azúcar, y una mayor ingesta total de energía.

Tabla 2 articulo control del apetito dependiente del hipocampo

Control del apetito dependiente del hipocampo: prueba de querer y gustar

Tras el análisis de ANOVA del cambio en las calificaciones de querer, gustar y querer más, en todo el estado (es decir, en el desayuno) para los alimentos de desayuno apetecibles, se obtuvieron calificaciones de agrado cambiando significativamente menos en el estado de desear y querer más, con esto claramente evidente para cada grupo en cada día. De manera crucial, se observó un efecto adicional: la interacción prevista del tipo de calificación, día y grupo.

Para determinar el origen de este efecto de interacción, se realizaron cuatro análisis más. Primero, se repitió el ANOVA de diseño mixto de tres vías, pero ahora se contrastaron:

(a) las calificaciones de querer y gustar;

(b) quieren más y me gustan las calificaciones;

y (c) querer y querer más calificaciones.

De acuerdo con las expectativas, la única ocasión en la que la interacción del tipo de Calificación por Día y por Grupo era significativo, fue cuando se contrastaron las calificaciones de querer y gustar.

En segundo lugar, se probó dentro del grupo de dieta WS, si el cambio en el deseo y el gusto antes y después del desayuno difería entre los días 1 y 8. Este efecto fue significativo, lo cual indica que la diferencia entre las calificaciones de querer y gustar se redujo significativamente en el desayuno del Día 8 en relación con el Día 1, en dicho grupo de dieta occidental. Es importante destacar que este patrón de hallazgos refleja el observado de manera transversal, entre los participantes que consumen habitualmente una dieta WS versus aquellos que consumen una dieta más saludable.

En tercer lugar, se contrastaron solo los datos del día 8 entre los grupos, para la diferencia entre querer y gustar en el desayuno. Esto también fue significativo, lo que indica que el rendimiento en el día 8, después de la intervención de la dieta, afectó al grupo de dieta WS, al reducir la diferencia entre las calificaciones de querer y gustar en el desayuno.

En cuarto lugar, se examinaron si los datos previos al desayuno solo diferían entre los grupos, utilizando las tres escalas, ya que parecía haber alguna disminución de todas las calificaciones iniciales en el grupo de dieta WS. Este análisis, no encontró efectos de interacción que involucraran al grupo, solo un efecto principal de esta variable, lo que indica una propensión general a un menor deseo, gustar y querer más, en el grupo de dieta WS los dos días antes del desayuno.

Finalmente, como la ingesta de energía difería en el desayuno, se repitieron los análisis principales utilizándola como covariable, donde se descubrió que aumentaba el tamaño del efecto clave.

Figura 1 articulo control del apetito dependiente del hipocampo

Pruebas neuropsicológicas

Como se puede ver en la siguiente Tabla 3, el grupo de dieta WS tuvo una puntuación de retención significativamente más baja el día 8 que el grupo Control; mientras que en el día 29 no se vio tal efecto.

Tabla 3 articulo control del apetito dependiente del hipocampo

Relación entre HDLM y medida de control del apetito dependiente del hipocampo

Los científicos calcularon una única puntuación para cada participante que refleja el resultado clave de la prueba de querer y gustar: la puntuación de control del apetito. Esta puntuación, fue la diferencia entre las calificaciones de agrado y deseo después del desayuno, menos antes del desayuno, y este valor se calculó para el día 1 y el día 8. Luego, la puntuación del día 1 se restó de la puntuación del día 8, lo que arrojó un valor medio de 9,5 en el grupo de dieta WS y –3,5 en los controles.

La ρ de Spearman (debido a la no normalidad), reveló una relación significativa entre la puntuación de control del apetito (es decir, el resultado clave en la prueba de querer y gustar) y el cambio en la puntuación de retención retrasada de HVLT por día. Una mayor reducción en la puntuación HVLT a lo largo del estudio, se asoció con un efecto reducido del estado en las calificaciones de querer y agradar. Como esta relación solo debería ser evidente en el grupo de dieta WS, fue probada en éste, donde fue significativa.

Así pues, la siguiente y última Figura 2, muestra el cambio en el rendimiento en la medida de aprendizaje y memoria dependientes del hipocampo (HDLM; prueba de aprendizaje verbal de Hopkins), entre el día 1 y el 8, y el cambio en el deseo en relación con el gusto durante el desayuno, entre los días 1 y 8, para los grupos de control (a) y dieta WS (b).

Figura 2 articulo control del apetito dependiente del hipocampo

Discusión y Conclusión sobre el estudio de si el control del apetito dependiente del hipocampo es afectado por una dieta de estilo occidental

La exposición de una semana a una dieta WS provocó un debilitamiento mensurable del control del apetito, según lo medido por las dos calificaciones clave en la prueba de querer y gustar. Antes de la intervención, los participantes vieron los alimentos de desayuno apetitosos y juzgaron cuánto querían comerlos y luego cuánto les gustaba su sabor real. Esta prueba, se repitió después de que los participantes comieran hasta saciarse. A lo largo de estas pruebas antes y después de las comidas, las calificaciones de deseo disminuyeron mucho más que las calificaciones del gusto por el sabor.

Esta manifestación de control del apetito dependiente del hipocampo, es decir, la expectativa de que la comida sea menos deseable de lo que realmente sabe, cambió en los participantes después de la intervención dietética de estilo occidental. Cuando estaba saciado, el grupo de dieta WS informó una disminución equivalente en el deseo y el gusto por el sabor. Este hallazgo, es paralelo a los datos transversales, con el rendimiento en la prueba de deseo y gusto en el grupo de dieta WS.

También se vio que una dieta WS indujo una disminución en el rendimiento de HDLM. Esto replica una demostración previa de este efecto y es paralelo a los hallazgos en la extensa literatura para el caso animal. La disminución observada en HDLM, se correlacionó fuertemente con el cambio en el control del apetito medido por la prueba de querer y gustar, lo que sugiere una probable base hipocampal común para este efecto.

Asimismo, también se examinó la reversibilidad de la disminución de HDLM inducida por la dieta, encontrando que la diferencia de grupo ya no era significativa a las tres semanas posteriores a la intervención. Sin embargo, no está claro si esto refleja un deterioro en el rendimiento en los controles o una recuperación en el grupo de dieta WS. Si bien este estudio no puede concluir firmemente qué posibilidad puede ser correcta, los autores indican que se observa reversibilidad en estudios con animales que utilizan exposiciones dietéticas a corto plazo al estilo occidental.

comida basura junk food dieta WS

Antes de pasar a la interpretación de estos datos, es necesario considerar dos cuestiones. La primera se refiere a la fiabilidad y validez de las manipulaciones dietéticas. Los participantes a menudo subestiman la ingesta de alimentos, su cumplimiento de las intervenciones dietéticas puede ser deficiente y, a menudo, hay una alta tasa de abandono debido a los costos, la reducción de la palatabilidad de la dieta y la naturaleza prolongada (de dos a tres meses) de la intervención. Estas preocupaciones citadas, con frecuencia, tienen una relevancia limitada para el estudio actual. Este estudio fue breve, no pidió a los participantes que restringieran su ingesta de alimentos o tomaran decisiones más saludables, los participantes no tenían la obligación de seguir las instrucciones experimentales y los cambios dietéticos fueron costo neutral. La mayoría de los participantes, devolvieron los recibos que indicaban que habían comprado las comidas rápidas, además de proporcionar fotografías de ellos mismos comiendo los gofres. Estas medidas fueron confirmadas además por los diarios de dieta, que indicaron un mayor consumo de energía, azúcar y grasas saturadas, como se esperaría si se hubiera promulgado la intervención. Estos autoinformes dietéticos, pueden ser bastante precisos, especialmente en participantes de peso normal. Así que, entendemos que los participantes en el grupo de dieta WS generalmente cumplieron con la intervención y tenían pocas razones para no hacerlo.

Una segunda cuestión, se refiere a la prueba de querer y gustar. Esta prueba, se realizó antes del desayuno en un conjunto de alimentos de prueba sabrosos, y luego nuevamente después del desayuno. Sin embargo, el desayuno que recibió cada grupo difirió en el contenido de energía y macronutrientes. Por lo tanto, es concebible que esto pueda explicar la diferencia de grupo observada en la prueba de querer y gustar, junto con supuestas reducciones en la sensibilidad interoceptiva en el grupo de dieta WS. No obstante se sugiere que esto sea poco probable, ya que primero, la diferencia entre los grupos solo fue evidente el día 8, sin embargo, el desayuno permaneció inalterado para ambos grupos; en segundo lugar, no hubo diferencias en volumen o palatabilidad entre los desayunos en el Día 1 u 8; en tercer lugar, y como se observa en los resultados, el control de la ingesta de energía en el desayuno sirve para aumentar el tamaño de la diferencia de grupo, no para disminuirla; y en cuarto lugar, nuevamente, como se señaló en los Resultados, las calificaciones de hambre y saciedad no difirieron significativamente por grupo, tiempo de prueba o por su interacción. Si bien hubiera sido ideal usar el mismo desayuno, esto tuvo que equilibrarse con la generación de un cambio de dieta en el grupo de dieta WS y, al mismo tiempo, minimizar la carga de los participantes.

Un último punto aquí, se refiere a la validez de la prueba de querer y gustar. Este trabajo se basó en que los cambios en el rendimiento en esta prueba, se traducirían en cambios en la conducta alimentaria; por lo tanto, el cambio en el deseo en relación con el gusto en el grupo de dieta WS, debería reflejar una mayor probabilidad de comer más cuando está satisfecho. Como la prueba de querer y gustar es relativamente nueva, su capacidad para predecir el exceso de comida cuando se está saciado, no ha sido probada directamente. Sin embargo, su validez es sugerida por la intersección de dos observaciones. En primer lugar, el rendimiento antes y después de la intervención en la prueba de querer y gustar en el grupo de dieta WS, refleja la diferencia transversal observada entre los consumidores poco frecuentes y frecuentes de alimentos de estilo occidental. En segundo lugar, los consumidores frecuentes de alimentos de estilo occidental, tienden a comer más que los consumidores poco frecuentes, y especialmente de bocadillos sabrosos. En conjunto, esto sugiere que los consumidores de una dieta WS comen en exceso, y que dichos consumidores también demuestran una menor reducción del deseo en relación con el gusto en una comida.

dieta saludable vs dieta WS efectos en cerebro

Por otro lado, cabe recordar que, en los animales, existen amplias conexiones neuronales entre el hipocampo y las estructuras corticales, olfativas, hipotalámicas, medianas y posteriores del cerebro y subcorticales, incluido el núcleo accumbens. Por su parte, el hipocampo humano tiene una red igualmente extensa que incluye conexiones con el núcleo accumbens. En teoría, esta extensa red, permite que el hipocampo module las áreas de recompensa del cerebro (por ejemplo, el núcleo accumbens), al tener el flujo de entrada relevante de información contextual (es decir, el estado corporal interno) y su participación en la memoria y el procesamiento inhibitorio. En términos más generales, no solo están conectados los circuitos estriatal e hipocampal, sino que ambas áreas se vinculan ampliamente con la corteza frontal en animales y humanos. En los animales, estas tres áreas del cerebro interactúan para controlar el comportamiento, como cuando hay una interacción entre la memoria procedimental basada en el estriado (p. Ej., moverse hacia una meta) y la memoria declarativa basada en el hipocampo (p. Ej., navegación basada en señales), con control cortical prefrontal. En los seres humanos, y desde la perspectiva del comportamiento apetitivo, se puede plantear la hipótesis de una forma diferente de interacción, con el hipocampo ejerciendo un control modulador sobre los circuitos de recompensa estriatal /meta-movimiento, con supervisión frontal. Si el control modulador del hipocampo decayera, entonces la supervisión reguladora podría depender más de los circuitos frontales, lo que implica una mayor dependencia del autocontrol explícito para regular el apetito.

Otra forma de conceptualizar los hallazgos de la prueba de querer y gustar, es que las calificaciones de querer reflejan el valor de recompensa del objeto objetivo, su deseabilidad. La literatura sobre el autocontrol, generalmente, ha estado menos interesada en si el valor de recompensa de un objetivo puede ser un factor significativo en el fracaso del autocontrol, más bien, el énfasis se ha puesto más en la capacidad de una persona para inhibir su respuesta a ese objetivo. La base neuronal del autocontrol se centra en gran medida en los circuitos frontales involucrados en la inhibición de la respuesta. Así, si el valor del objeto objetivo puede volverse menos sensible al estado interno como implican los resultados aquí obtenidos, entonces, esto probablemente aumentaría la probabilidad de una falla en el autocontrol, al hacer que el objeto, en promedio, sea más atractivo. Esto, a su vez, requeriría un mayor esfuerzo cognitivo para inhibir una respuesta. Como los roles relacionados con el hipocampo en el valor de la recompensa generalmente no se destacan al considerar el autocontrol, los hallazgos aquí y de estudios en animales, sugerirían que pueden ser dignos de más consideración.

corte partes del cerebro humano

Por otra parte, también se observó una disminución en el rendimiento de HDLM, medido en ambas ocasiones por la retención retardada en el HVLT, luego de una intervención dietética de estilo occidental, con un efecto de pequeño a intermedio.

También hay que indicar que las comidas al estilo occidental generan respuestas inflamatorias leves repetidas, causadas en parte por su efecto sobre la glucosa en sangre y el estrés oxidativo, entre otros cambios. En conjunto, éstos pueden debilitar selectivamente la integridad de la barrera hematoencefálica en la región del hipocampo, aunque este debilitamiento puede requerir períodos de tiempo más largos que el que se tuvo aquí. Entonces, puede producirse una respuesta inflamatoria local basada en el hipocampo, que afecte negativamente a la plasticidad neuronal y la neurogénesis.

Además, varios autores han sugerido que el hipocampo es especialmente vulnerable a las agresiones ambientales. Los factores identificados para alterar la función del hipocampo incluyen, diabetes tipo II, insomnio, estrés, exposición a toxinas ambientales y depresión. Todos estos factores, son comunes en las sociedades occidentales y pueden combinarse con una dieta con WS para causar un daño agudo y, a largo plazo, acumulativo en el hipocampo.

Asimismo, el deterioro de la memoria implica el deterioro de la interocepción, lo que establece un vínculo entre los efectos dependientes del estado (es decir, el deseo y el agrado) y la función del hipocampo. Como se trata de un área emergente, y aún queda mucho por aprender sobre cómo se interrelacionan estos procesos, las conclusiones de este trabajo son provisionales.

En conclusión, una gran cantidad de literatura sobre animales demuestra que una dieta con WS afecta negativamente al hipocampo y el estudio actual sugiere que algo similar ocurre en los humanos, ya que la exposición de una semana a una dieta WS provoca una reducción en el rendimiento de HDLM, además de alteraciones en el control del apetito, según lo medido por la prueba de querer y gustar. La magnitud de estos cambios en el HDLM y el control del apetito dependiente del hipocampo, estaban fuertemente correlacionados, lo que implica una probable base común para estos efectos en el hipocampo y, por lo tanto, un papel del hipocampo en el control del apetito. En términos más generales, este experimento, junto con los de otros estudios en animales y humanos, sugiere que una dieta con WS causa deficiencias neurocognitivas después de una exposición a corto plazo.

Fuente del artículo

Este artículo fue publicado originalmente en la revista “Royal Society Open Science, bajo la referencia: Stevenson, Richard J.; Francis, Heather M.; Attuquayefio, Tuki; Gupta, Dolly; Yeomans, Martin R.; Oaten, Megan J.; et al. (2020). «Hippocampal-dependent appetitive control is impaired by experimental exposure to a Western-style diet«. The Royal Society. Collection. https://doi.org/10.6084/m9.figshare.c.4853148.v1; y el cual está disponible con acceso libre en la propia web de la Royal Society.

Control del apetito dependiente del hipocampo afectado por dieta occidental
Nombre del artículo
Control del apetito dependiente del hipocampo afectado por dieta occidental
Descripción
En animales, muchos estudios sugieren que incluso una breve exposición a una dieta de estilo occidental (dieta WS), rica en grasas saturadas y azúcar agregada, da como resultado un deterioro selectivo en pruebas de aprendizaje y memoria dependientes del hipocampo (HDLM). Este artículo científico, tenía el objetivo de probar esto en humanos, es decir ver si el control del apetito dependiente del hipocampo se ve afectado por realizar una dieta occidental.
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