La descentralización y la independencia energética, junto con la innovación tecnológica, nos permiten administrar eficientemente la producción y el gasto energético, reduciendo costes y promoviendo la sostenibilidad. Para lograr el mayor rendimiento de una instalación fotovoltaica para autoconsumo, suele ser necesario contar con un sistema de almacenamiento energético físico para los excedentes, el cual suele ser bastante caro. En este sentido, surgen las baterías virtuales como una alternativa. En este artículo, os explicamos todo lo que hay que saber sobre este novedoso sistema de batería virtual.
¿Qué es una batería virtual autoconsumo?
Una batería virtual para autoconsumo es un servicio que ofrecen algunas compañías energéticas que permite acumular los excedentes de nuestra producción de energía de manera “virtual” en forma de valor económico en lugar de KWh para, por ejemplo, descontarlo en facturas siguientes.
Este sistema se trata de una manera de contabilizar la energía que se produce pero que no se consume, generando un saldo a favor que posteriormente será compensado.
Así, el excedente de energía generado por las placas solares de una instalación fotovoltaica no se guarda de forma local, sino que se vierte a la red eléctrica y se almacena en esa batería virtual para compensar el consumo de otros inmuebles, dar acceso a una “comunidad solar” (tus excedentes estarán disponibles para consumidores vecinos), o para ahorrar en las próximas facturas, sin necesidad de instalar una batería física.
Sin embargo, cabe indicar que para poder hacer uso de una batería virtual es necesario que la instalación fotovoltaica esté dada de alta en la modalidad de compensación de excedentes y se contrate el suministro de electricidad con la compañía eléctrica que ofrece dicho servicio de batería virtual.
Cómo funcionan las baterías virtuales
En primer lugar, hay que tener conectados nuestros paneles solares a la red eléctrica. Cuando las placas generan energía, esta se utiliza primero para cubrir las necesidades de la vivienda, pero si hay un excedente, este se inyectará a la red y es aquí cuando entra en acción la batería virtual.
Mediante software la batería virtual registra la cantidad exacta de energía generada y si supera la capacidad de almacenamiento para usar en periodos de menor generación, pasa el excedente al “monedero virtual” atribuyéndole un valor económico (dependiendo de la comercializadora y del momento del día en el que se genera la energía), para usarlo en futuras ocasiones, y contribuyendo con la energía que se genera a la red por la que se es compensado. Es decir, se almacena el dinero equivalente a la energía generada, según la comercializadora.
Ese dinero acumulado, se puede utilizar para reducir tanto la factura de la vivienda principal, como la de una segunda residencia, pudiendo llegar a reducir la factura a 0€.
Cabe señalar que, en momentos en los que el sistema solar no está generando suficiente energía, como puede ser por la noche, para abastecer las necesidades del hogar se retira energía de la red eléctrica, que se descuenta del valor económico acumulado en la batería virtual y se factura al precio de la tarifa eléctrica correspondiente.
Ahora, vamos a poner un ejemplo práctico para terminar de entenderlo. Supongamos que somos propietarios de una instalación solar en nuestro hogar y estamos interesados en ahorrar energía durante el día para utilizarla durante la noche o en épocas en las que la producción solar sea menor. También supongamos que la tarifa eléctrica en nuestra compañía es de 0.20 euros por kWh. Durante un día soleado de verano, nuestros paneles solares generan un total de 20 kWh de energía. Con una batería virtual, la energía inyectada en la red eléctrica se le atribuiría un valor económico de 0.14 euros por kWh, por debajo del precio fijado para la compensación, lo que significa que nuestra instalación habría generado un total de 2,8 euros (20 kWh x 0.14 euros/kWh).
Ahora bien, supongamos que en el invierno nuestros paneles solares sólo generan un total de 10 kWh de energía durante el día y que nuestro hogar consume un promedio de 15 kWh de energía diariamente. Si utilizamos el «dinero virtual» acumulado del verano, podemos utilizar 5 kWh de energía virtualmente almacenada cada día durante 30 días (150 kWh acumulados / 30 días), lo que equivale a un valor económico de 21 euros (150 kWh x 0.14 euros/kWh).
Ventajas del uso de una batería virtual
A continuación, os contamos las principales ventajas de las baterías virtuales.
- No requiere realizar ningún tipo de instalación en la vivienda a mayores del sistema fotovoltaico, por lo que sus costes son menores que las baterías físicas.
- Se accede fácilmente a ella a través de herramientas digitales online.
- Proporciona libertad para gestionar la energía. Tú decides cuánto, cómo y cuándo compensas tus excedentes de autoconsumo generados por el almacenamiento energético virtual.
- El dinero acumulado no caduca y no existe un límite de almacenamiento.
- Es posible, a través del sistema de compensación, que tu tarifa de luz con batería virtual pueda llegar a 0€ por concepto de energía consumida.
- Con el autoconsumo compartido y la batería virtual, se pueden vender los excedentes a vecinos y compensar facturas en la vivienda habitual o en otras propiedades, como una segunda residencia o delegaciones de un negocio.
- Las baterías virtuales aprovechan mejor la energía generada por las placas solares. El almacenamiento en la batería virtual permite aprovechar toda la energía excedente que se ha generado. Esto asegura que cada excedente generado por la instalación fotovoltaica se aproveche al máximo.
No obstante, es importante señalar que el uso de la batería virtual depende del acuerdo que se tenga con la comercializadora de energía (en cuanto al precio de compensación y al tiempo de uso de la misma), y que, en caso de apagones o pérdidas de conexión a la red eléctrica, no se puede acceder a la energía acumulada ni utilizar la generada por nuestros paneles, ya que dependerán de la red eléctrica para que funcionen los microinversores.
Así pues, la batería virtual de autoconsumo es una solución que se adapta a diversas situaciones y necesidades energéticas, siendo recomendada para instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en zonas que reciben una gran cantidad de luz solar, sobre todo si se tiene una segunda residencia.
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