La vida surgió por casualidad mediante la unión de moléculas de ARN
Actualizado el domingo, 9 mayo, 2021
La vida surgió por casualidad a partir de pequeñas cadenas de moléculas que, de alguna manera, adquirieron la capacidad de replicarse a sí mismas. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Wits, liderado por Pierre Durand, ha resuelto cómo esas moléculas primigenias consiguieron unirse unas con otras, en un trabajo publicado en la revista “Royal Society Open Science”.
Hace miles de millones de años, en la Tierra no había vida, pero sí existían moléculas formadas espontáneamente a través de procesos físicos y químicos naturales. Sin embargo, en algún momento, esas moléculas empezaron a conectarse y a formar moléculas mayores, las cuales, finalmente, “aprendieron” a replicarse, dando así origen a la vida. Por tanto, “la vida surgió por casualidad, no cabe duda alguna sobre eso”, dice Pierre Durand.
Se ha visto que moléculas muy simples de ácido ribonucleico (ARN), pueden unirse a otras moléculas de ARN mediante una reacción química llamada Ligación. A continuación, la unión de distintas moléculas de ARN al azar, podría dar lugar a un nuevo grupo de moléculas capaces de hacer copias de sí mismas y poner así en marcha el mecanismo de la vida.
Cabe indicar que este proceso requiere de un largo periodo de tiempo e implica una serie de pasos. Durand y su equipo, han logrado explicar cómo ocurrió uno de estos pasos cruciales. En concreto, consiguieron demostrar cómo las pequeñas moléculas de ARN dieron lugar a moléculas mayores con capacidad de reproducirse.
Resulta que una enzima que está presente en el ARN, permite que tenga lugar la Ligación y que se formen moléculas mayores. Según Durand, “estas pequeñas moléculas son muy promiscuas, y pueden añadir otras piezas a sí mismas. Lo más interesante es que estas pequeñas moléculas eran aún más pequeñas de lo que pensábamos al principio”.
Durante la investigación, la molécula más pequeña que mostró una actividad de Ligación, fue una de ARN que tenía apenas 40 nucleótidos. “Estaba claro que algo tuvo que pasar, concluye Durand, para que las moléculas empezaran a reproducirse e hicieran posible el comienzo de la vida tal y como la conocemos. Y ese algo resultó ser la simple ligadura de un conjunto de moléculas pequeñas, hace miles de millones de años”.
Fuente: ABC
